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Es de sobra conocida la mala leche de los perros pequeños que cuando comienzan a ladrar con ése nervio causan miedo, mucho miedo. Y eso fue lo que le pasó a este incauto motorista que en vez de acelerar a fondo cuando comenzó a perseguirlo el pequeño diablo canino, intentando morder el neumático delantero, dio un brusco frenado que bloqueó la rueda y lo llevo al suelo. Inmediatamente después, el taimado atacante salió huyendo.
El resultado fueron 600 pavos en desperfectos que pretende reclamar al dueño de la fiera que fue citado a declarar ante la policía. El conductor de la Harley Davidson, de 45 años, no sufrió ningún tipo de daño, salvo el moral porque de este encuentro seguro que no se va a recuperar tan fácilmente.
