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Las prisas no son buenas consejeras y cuando un vehículo rapido y uno lento se encuentran, se suelen dar situaciones de alto riesgo como esta: dos furgonetas circulan a su ritmo - ninguna por la carril derecho que va libre - y cuando una intenta adelantar a la otra por el carril rápido de la izquierda a "paso de tortuga", una moto se ve obligada a hacer una reducción salvaje para pasar de 200 km/ a 50 km/h. No le sobra ni una milésima de segundo para eviar lo que parecía un accidente seguro.Y aquí surgen tres problemas que casi acabban en un accidente fatal: velocidad excesiva del motorista, poca atención antes de realizar el adelantamiento por parte de la furgoneta e ignorancia total del carril derecho por donde deben ir los vehículos lentos. Agitar esta cóctel puede acabar en tragedia pero por suerte el motorista reacciona a tiempo y mantiene la calma aunque debió ver pasar su vida cuando comenzó a frenar.
