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No es la primera vez que la vemos, de hecho ya os informamos en su día acerca de esta extraña moto eléctrica procedente de Austria bajo el nombre de “Biiista". Incluso en la parte inferior de su masivo carenado se puede leer este nombre aunque finalmente se va a lanzar con el nombre de Johammer J1.
Si quieres llamar la atención y te van las motos eléctricas, esta merece que le dediques unos minutos porque quizás es la más rara que hayamos visto y mira que se ven cosas singulares en el mundo de las motos eléctricas. La Agility Saietta, desde luego compite en propuesta rompedora pero la Johammer J1 cuenta además con otros argumentos y una estética retrofuturista 
impactante.
Quizás su mayor atractivo sea la autonomía ya que ofrece 200 km antes de tener que volver a enchufarla. Precisamente la autonomía difiere la Johammer en dos versiones: la J1 200 posibilita cubrir dos centenares de kilómetros gracias a un cuerpo de baterías de 72V con una capacidad máxima de 12,7 kWh, mientras que la J1 150 cuya autonomía máxima también va en el propio nombre ofrece 8,3 kWh. La marca segura que en tres horas las baterías alcanzan el 80% de su recarga en el caso de la Johanner J1 200 y 2,5 horas en el caso de la Johanner J1 150.
Su velocidad máxima está autolimitada a 120 km/h gracias un motor eléctrico “brushless” de 11 KW de potencia que va montado en la rueda trasera a modo de basculante monobrazo.
Precisamente la parte ciclo es uno de sus aspectos más singulares, no hay más que mirar la arquitectura de la suspensión delantera y la dirección que recuerdan a una Bimota Tesi debido a ése basculante de doble brazo simétrico compuesto por dos tirantes. Y os preguntaréis dónde está la suspensión. Pues bien está dentro de la estructura del chasis de aluminio que une ambas ruedas lenticulares y contiene también el cuerpo de baterías.
Otra de sus singularidades son los espejos que normalmente van montados sobre el manillar pero en la Johammer es al revés; los semimanillares van anclados a unos espejos largos como antenas que salen directamente de la carrocería y circulares como los ojos de un bicho raro. Además sirven como instrumentación gracias a que integran una pequeña pantalla de alta resolución y 2,5 pulgadas de tamaño.
Y hablando de medidas, la Johammer presenta las siguientes: 1.455 mm de distancia entre ejes, 650 mm del suelo al asiento, 158 kg para la versión J1 150 y 177 kg para la J1 200. Por lo tanto, a pesar de su masivo aspecto se trata de una moto más bien ligera y de fácil conducción gracias a la escasa distancia al suelo de su asiento monoplaza de estilo retro.
La compañía austriaca dirigida por Johann Hammerschmid (ahora entendéis el nombre, verdad?) ha declarado que espera producir 50 unidades hasta finales de 2014. Y el año que viene la intención es incrementar la producción hasta unas 300 o incluso 500 unidades si la demanda acompaña. 23.000 € costará la Johammer J1 150 y 25.000 € la Johanner J1 200.
