Es el buque insignia de la firma surcoreana en el segmento scooter, un GT compacto perfecto para la ciudad y alrededores. Primero conocimos el S3 125 (ver artículo) que ya nos dejó buen sabor de boca en su presentación porque planteaba un scooter cómodo, capaz y bien equipado, hasta el punto de no necesitar llave para arrancar porque funciona por un sistema de proximidad. Además el S3 es un producto muy cuidado no sólo en cuanto a la imagen sino lo que es todavía más importante, en los acabados. Por eso transmite sensación de calidad tanto a la vista como al tacto.

En positivo

  • Agilidad
  • Equipamiento
  • Calidad/precio

En negativo

  • Freno delantero
  • Inhibidores frecuencia para sistema sin llave

prueba-daelim-s3-advance-accion-lateral

Con esos ingredientes Daelim ha fabricado un motor de 247 cc y ha vuelto a agitar la coctelera para presentar el Advance, un scooter que personalmente me ha gustado más que su hermano de 125 cc. Y fundamentalmente por una razón: se comporta mejor a pesar de la dosis extra de potencia y permite afrontar con soltura todo tipo de desplazamientos gracias a su potencia (25 CV) y buena velocidad punta real que ronda los 135 km/h.

Además el tacto del motor resulta agradable, pudiendo dosificar con precisión el gas cuando circulamos a baja velocidad. Tampoco acusa exceso de vibraciones ni ruido, y el consumo nos pareció razonable al situarse en unos 4l/100 km.

Una de sus características más notables es la agilidad que muestra en ciudad, donde dribla coches con asombrosa facilidad. Y cuando forzamos el ritmo con espacio por delante no flanea tanto como esperábamos y reacciona con relativa firmeza del tren delantero.

Ficha técnica, galería y precio Daelim S3 250 Advance >

prueba-daelim-s3-advance-estatica-lateralAdemás es cómodo tanto por la posición de conducción y el asiento como por las suspensiones que filtran bien las irregularidades pero acusando cierta brusquedad en la extensión. Vamos que no son de gran calidad pero cumplen bien su función de contribuir al confort general.

En cuanto a los frenos, el Advance 250 va suficientemente equipado con su sistema combinado que funciona bastante bien cuando accionamos la maneta izquierda y trabajan ambos discos repartiendo la fuerza de frenada. Pero si usamos únicamente el freno delantero con la maneta derecha, el rendimiento es menos satisfactorio porque carece de tacto y la potencia tampoco está al nivel esperado. Conclusión: como con una buena parte de los scooters que tienen sistema combinado o integral, lo mejor es usarlo de forma permanente olvidándonos de la otra maneta.

El Advance cuenta con buenos detalles como el respaldo para el pasajero, las estriberas retráctiles por presión, toma de corriente, diodos led para los grupos ópticos y un buen hueco bajo el asiento (con luz, piso forrado y ballesta hidráulica) pero lo más sorprendente es que una rueda sustituye al bombín para la llave de arranque. Y en lugar llevamos algo parecido a un mando que funciona por proximidad, activando el desbloqueo y permitiendo el acceso al hueco bajo el asiento.

Resulta muy cómodo no necesitar la llave constantemente y funciona a la perfección hasta que aparcas sin saberlo en una zona con inhibidores de frecuencia prueba-daelim-s3-advance-detalle-lateral2que hace barridos e inutiliza el sistema de desbloqueo y arranque. Y nos pasó, no por tener demasiada mala suerte sino porque en una gran ciudad como pueda ser Madrid o cualquier otra, hay bastantes zonas céntricas en las que puede suceder esto.

Esta rueda que se ilumina cuando activamos el sistema presionándola, sirve para arrancar, bloquear el scooter y abrir el tapón de la gasolina. El asiento se abre desde un botón ubicado justo debajo.

Es un scooter que sorprende simplemente por su diseño vanguardista y muy personal que propone un GT en tamaño compacto, muy fácil de manejar tanto en marcha como en parado o a baja velocidad donde su buen ángulo de giro resulta crucial. La carrocería es más bien estrecha y pasa muy bien entre coches porque los retrovisores no sobresalen mucho y a la vez ofrecen buena visibilidad. La pantalla parabrisas no es muy alta y ancha pero resulta muy eficaz a la hora de protegernos.

Es decir, el Daelim Advance 250 es un scooter con más virtudes que defectos, sobre todo teniendo en cuenta el precio de gran parte de su competencia frente a la que luce orgulloso su “Made in Korea” bajo el manillar.