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Te gusta disfrutar de la moto de campo pero no te decides entre enduro o trial, eres experto pero te gustan las motos “fáciles”, quieres circular legalmente por la vía pública… Si además montas por pura diversión, seguramente la Freeride esté hecha para tí. Y a pesar de que la esencia easyride de esta austriaca parece ser la de una moto de campo fácil de usar, con la que divertirse y “sentirse libre” por diversos escenarios, os puedo asegurar que no me esperaba tanto de ella hasta que he experimentado por mí mismo todo lo que ofrece. Reconozco que tras un primer vistazo y con el motor encendido tuve mi momento de duda: “¿una moto de enduro que suena “poco”, más pequeña de lo normal y con neumáticos de trial? No se, no se…” Está claro que subestimaba este pequeño portento.

>Ficha Técnica, fotos y precio KTM Freeride 350

prueba-ktm-freeride-350-estatica2_textoLo mejor de dos mundos

La Freeride combina paralelamente características de las motos de enduro y de trial, y lo hace con una maestría excepcional. Su estética es predominantemente endurera, pero una vez encima de ella te percatas de que permite posicionarse (y por tanto conducir) de un modo bastante trialero. Es ligera, ágil y delgada.Su motor ofrece cifras de potencia y par suficientes para el enduro light y las excursiones, y a pesar de que su régimen de giro se ha limitado a 10.000 rpm, empuja con consistencia desde abajo hasta el corte de encendido, por lo que no es necesario ir en la marcha adecuada y permite equivocaciones. Nos llevará por encima de los 100 km/h en carretera o pistas rápidas engranando sexta velocidad, mientras que sus relaciones cortas, propias de motos de trial, permiten subir pendientes de vértigo de forma escalonada y sin flaquear. Es aquí donde cobran importancia sus neumáticos Dunlop D803, que ofrecen su mejor agarre sobre roca o raíces, aunque siguen siendo muy buenos en trialeras de tierra.

En positivo

  • Polivalencia
  • Ligereza
  • Facilidad de uso

En negativo

  • Neumático delantero sobre arena
  • Sin bombín de contacto

Por el contrario, su punto flaco lo encontramos en presencia de arena suelta, sobre todo si circulamos a una velocidad relativamente alta (fueron varios los sustos que me llevé a la entrada de curvas con peraltes de arena o roderas). Una combinación que parece funcionar muy bien es dejar su neumático original detrás y sustituir el delantero por uno de enduro; con esta configuración se puede ir más rápido y seguro, y podemos eliminar el adjetivo “light” de enduro, porque ni chasis, ni suspensiones, ni frenos pondrán límite a la hora de encarar saltos, dubbies y demás accidentes del terreno. Las reacciones de la Freeride en este sentido son simplemente ejemplares.

prueba-ktm-freeride-350-accion2_textoExcelente escaladora

Intuyendo las virtudes de esta KTM elegí para la prueba un escenario que me brindó diversas opciones, pero sin lugar a dudas donde más destaca es en presencia de trialeras. Marchas cortas, buena dosis de par motor, postura de conducción y esbeltez de chasis… todo parece estar especialmente hecho para hacernos sentir cómodos sobre ella en este momento, ya sea de pié o sentados. Es posible encarar pendientes difíciles y ascender de manera pausada, jugando con el embrague mientras su reparto de pesos permite un equilibrio más que bueno. La parte baja del motor está libre de elementos salientes, ya que tanto el sistema de bieletas de la suspensión trasera como el escape están escondidos entre el chasis y una defensa; esto permite tocar o incluso apoyar la parte inferior de la moto sobre arena, raíces o roca. A la hora de emprender la bajada, la ligereza del conjunto hace que sus “humildes” pinzas (de anclaje radial, eso sí), detengan a la Freeride sin ningún problema. Todo esto acompañado de unas emisiones sonoras y contaminantes “amigas de la naturaleza”, gracias en parte al dueto formado por los dos silenciosos y sus respectivos catalizadores.

Para todosprueba-ktm-freeride-350-accion_texto

Está claro que el escenario ideal para la Freeride está fuera del asfalto, pero además es matriculable, lo que le pemite circular legalmente por la vía pública hasta el campo o simplemente usarla con otros fines. Eso sí, debes tener en cuenta que no dispone de cerradura de contacto, cortacorriente ni tapón de depósito de gasolina con llave, lo que elimina toda posibilidad de dejarla sola según por qué sitios, aunque sea por un momento, si no quieres llevarte una sorpresa (aún candándola adecuadamente, cualquiera la podrá poner en marcha sin más que pulsar el botón de arranque, así que no estaría de más la instalación de un cortacorrientes). A cambio ofrece facilidad de uso y adaptación (levantando el asiento accedemos cómodamente al depósito de gasolina y filtro del aire).

Una cuestión que vale la pena destacar es su facilidad para adaptarse, esta vez, a los distintos tipos de usuario, cualquiera que sea su experiencia. Representa una opción fácil y divertida para los más inexpertos, pero que esto no te lleve a engaños, ya que si eres un experto en motos de campo no sólo no te aburrirás, sino que como yo, te verás gratamente sorprendido por una Freeride que ofrece mucha diversión y “libertad”.