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Viajar a buen precio en business class ya es posible y no nos referimos a ninguna compañía aérea low cost sino al buque insignia de SYM que en su versión Sport además ofrece un vehículo de apariencia sofisticada gracias a ése negro mate con detalles en rojo.

Hecho a imagen y semejanza del Maxsym 400i, este hermano mayor ofrece simplemente más motor pero esto le hace mucho más ambicioso, siendo capaz de retar a la competencia bicilíndrica gracias a un motor de 45 CV que sorprende para bien en todas las facetas y del que hablaremos más adelante.prueba-sym-maxsym-600-sport-accion

"Full equipe"

Primero examinemos la lista de equipamiento que ofrece a sus ocupantes: pantalla parabrisas grande regulable en altura, reposapiés con prolongación para estirar las piernas, respaldo para conductor (regulable) y pasajero, bloqueo del freno trasero, hueco para dos cascos integrales con doble apertura (desde el clausor y desde la piña), cuatro guanteras (una de ellas con toma de corriente y llave), reposapiés del pasajero extraíbles con botón, luces de posición LED, manetas regulables...nos dejamos poco o nada y esta larga lista evidencia que se trata de megascooter Gran Turismo en toda regla ya que no le falta ningún detalle para tratar a sus ocupantes como se espera en un vehículo de estas características.

prueba-sym-maxsym-600-sport-estaticaAdemás cuenta con un diseño a cargo del estudio italiano Nova Design que ha sabido imprimirle carácter y elegancia. Y la calidad general que transmite es buena en cuanto a ajustes y materiales empleados aunque por supuesto todo es mejorable. De hecho no tiene tanto que envidiar a megascooters de su cilindrada por los que deberíamos desembolsar unos cuantos miles de euros más. Cierto es que el SYM Maxsym 600i no cuenta con la misma calidad y ni con muchas sofisticaciones empleadas en esos modelos sino que ha optado por reducir su concepto a lo esencial en un Gran Turismo: buen equipamiento, cómoda ergonomía, motor brillante y eficaz parte ciclo.

En marcha

Uno de los aspectos que más nos ha gustado es el dinámico ya que nos hemos encontrado un megascoter cuya motorización y parte ciclo están en perfecta sintonía. Sus respetables dimensiones -que no exageredas- no se notan una vez en movimiento e incluso en parado no se mueve con dificultad y permite armar su caballete con bastante facilidad, algo que no siempre sucede en vehículos de este porte.
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Pero donde verdaderamente se disfruta es en marcha, ya que nos encontramos con un vehículo que se mueve con soltura y precisión, haciéndonos olvidar sus 238 kg de peso, una cifra comedida si lo comparamos con la competencia. Esto lo hace muy válido para la vida en la ciudad donde destaca su agilidad pero además, en carretera se muestra estable incluso a altas velocidades y eso habla muy bien de su bastidor, las geometrías y el reparto de pesos.

El motor monocilíndrico también tiene mérito por el poco nivel de ruido y vibraciones que transmite, algo de elogiar porque con tanto cubicaje no es sencillo controlar este aspecto. La suavidad de funcionamiento es una de sus claves así como la precisión de los golpes de gas. La buena puesta a punto del variador tiene mucho que decir en estas buenas sensaciones que transmite cada vez que aceleramos.

Cuenta con un salida enérgica y el tacómetro busca con rapidez la zona óptima de rendimiento que encuentra a partir de las 6.000 rpm. Todo con la comentada suavidad, de forma progresiva pero decidida. Quizás la velocidad punta no sea su punto más destacable pero alcanza sin problemas los 160 km/h y eso es más suficiente tanto para viajar como para usarlo a diario. Desde luego no es remilgado cuando vamos con prisa porque como decíamos transmite mucha precisión y aplomo a ritmos elevados. Su horquilla de 41 mm con doble tija tiene mucho que ver en esta solidez que transmite la rueda delantera tanto en apoyo como a la hora de hacer cambios de dirección.

Además no es un megascooter tragón para ser un monocilíndrico de tan alto cubicaje: durante la prueba el consumo se situó en torno a unos 5,5 l/100 km, una cifra razonable. Recordemos que está alimentado mediante un sistema de inyección electrónica Keihin.

Datos técnicos, imágenes, vídeo y equipamiento SYM Maxsym 600i >

En cuanto a los frenos, exhibe una pinza delantera radial de fabricación propia cuyo tacto no es exquisito pero sí cuenta con la suficiente potencia para no ver nunca comprometida nuestra seguridad. Y además tenemos disponible ABS de serie, un elemento importante, casi imprescindible cuando hablamos de megascooters. Lo firma Bosch y se trata del M9, un módulo que funciona bastante bien ya que no resulta más intrusivo de la cuenta y que además equipa un sensor de presión adicional para condiciones de muy baja adherencia.

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Confort Gran Turismo

La comodidad es otro de sus aspectos destacables ya que cuenta con un acertado diseño ergonómico que se apoya en los elementos precisos para hacer la vida muy confortable a bordo. El piloto cuenta con una superficie frontal que le protege muy bien del viento y las inclemencias. Y como hemos comentado al principio tiene a su disposición una pantalla regulable en altura, plataforma que le permite estirar las piernas y un asiento generoso con un buen respaldo lumbar que además es ajustable.

Tampoco viaja en absoluto mal el copiloto, quizás un poco elevado para afrontar trayectos largos pero con su correspondiente respaldo y unas buenas asideras para sujetarse. Los reposapiés extraíbles fijan bien la posición y se opera con ellos sin necesidad de usar las manos ya que cuentan con un botón que los libera.
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En cuanto a la instrumentación de diseño automovilístico con cinco esferas, una de ellas digital, ofrece suficiente información para no echar nada básico en falta pero sin más, es bastante espartana.

Capítulo aparte merece el hueco bajo el asiento que es enorme y con formas muy aprovechables. De hecho dos cascos integrales caben sin tener que buscar la posición ideal para lograr encajarlos como pasa en algunos scooters. Esta holgura significa que caben más cosas, aparte de la pareja de cascos. Y no plantea problema alguno para transportar un ordenador portátil, una raqueta de padel u objetos similares que nos pueden acompañar a diario. Además podemos abrirlo tanto desde la cerradura como desde un botón amarillo situado en la piña izquierda. Precisamente las piñas ofrecen un aspecto un poco pobre y son de los pocos elementos que delatan que estamos ante un producto “económico”. Por contra el sistema cuenta con dos ballestas hidráulicas para abrirlo con suavidad y que el asiento se mantenga arriba, un buen detalle más importante en nuestra opinión que el aspecto de una piña.

El precio de la versión Sport es 200 € más cara que la normal, situándose en 6.699 €. Como decíamos al comienzo y hemos ido recalcando a lo largo del texto, se trata de una tarifa rompedora para un segmento tan exclusivo y tradicionalmente caro como es de los megascooters de 600 cc.