Aunque sólo va a ser nuestra durante unas semanas, la sensación de estrenar la Suzuki Van Van con la que vamos a compartir lo mejor del verano ha sido la misma que hubiera tenido si realmente fuera mía. Y en gran parte gracias a Miguel, Director de Miferso (concesionario Suzuki para Cantabria), tan profesional como apasionado de las motos. Repasó conmigo las características de la moto, los mandos y botones, resolvió mis dudas, comprobamos que todo estaba a mi gusto… ¡y a rodar!

Con la Van Van sucede lo mismo que con Miguel y desde el primer momento se hace amiga tuya. Y esto me está dando una idea: como buena 125 la Van Van puede conducirse convalidando el carnet de coche (>), así que es la moto perfecta para que mi chica, que nunca se ha decidido a conducir una moto con marchas, le pierda el miedo y aprenda de una vez a llevar una moto “de verdad”, que ya va siendo hora. Pero esa es otra historia… y espero poder contarla en breve.

suzuki-van-van-puerto-chico-1-pVamos a hacer los primeros kilómetros en ciudad aprovechando para hacer unos recados por el centro de Santander. A diferencia de lo que sucede en las grandes ciudades que quedan -cada vez menos- desiertas, en verano el tráfico en Santander se complica, con turistas despistados buscando el camino de las playas, y turistas todavía más despistados buscando el ferry que les llevará a Gran Bretaña. Buen ambiente para descubrir el lado más civilizado de la Van Van. Todas las motos pequeñas son ágiles por definición pero en algunas hace falta cogerlas el truco, en otras la sensación de confianza puede ser un poco falsa…pero en la Van Van tanto la posición de conducción como la respuesta de la moto a nuestros gestos se pueden definir con una palabra: naturalidad.

El único aspecto que me provocaba cierto recelo era el comportamiento de esos extraños donuts de chocolate que lleva por ruedas, pero para mi sorpresa la Van Van es ágil de verdad y además acabas confiando mucho en esos neumáticos a la hora de hacer maniobras y giros muy cerrados con pasmosa seguridad y acelerar en curva, porque con la contenida potencia del motor 125cc no es fácil sacar los colores a una rueda trasera de nada menos que 180/80 R14. De todas formas se me metió en la cabeza conseguirlo, y cuando lo conseguí la notable longitud del basculante hace muy fácil controlar un derrapillo... ¡qué peligro! ☺

Los bordillos sólo son baches para las grandes ruedas de la Van Van
Volviendo a mi paseo por Santander el motor ofrece un buen rendimiento para “esprintar” sin escándalos entre semáforos, en armonía con el elegante paseo Pereda. Sólo es un 125 y la potencia es la que es, pero la forma de entregarla es ejemplar. La inyección electrónica responde rápido al puño del gas y el monocilíndrico tiene una notable capacidad de recuperación. En cualquier caso si llegamos tarde a algo -con frecuencia-, podemos apurar el motor en su zona de máximo rendimiento y descubrir que tiene un último recorrido de auténtico genio en el momento en que desde su culatilla nos llega el castañeteo de las válvulas subiendo y bajando como posesas. Se oye casi más el motor que el escape, agradable y discreto, muy bueno para la paz del mundo en general.

A la altura de Puerto Chico decidí hacer una parada para sacar unas fotos náuticas bien chulas. La Van Van parece estar dibujada para tener el mar de fondo. Antiguamente era el barrio de los pescadores pero tras la construcción a mediados del Siglo XX del Barrio Pesquero se convirtió en un puerto más recreativo. suzuki-van-van-puerto-chico-2-pLos yates, veleros y lanchas de pesca conviven en uno de los atraques urbanos mejor integrados y más céntricos de España, en la mejor zona para pasear y mirar la bahía de la ciudad. Para hacer la foto, la Van Van y yo nos encontramos una de esas altas y afiladas aceras que a algún urbanista se le ocurrió usar por su estupendo aspecto. Seguro que muchas ruedas han muerto pinchadas en sus duras esquinas, pero para los donuts de la Suzuki sólo son “un pequeño bache”… otra interesante ventaja que ya me temía pero que he comprobado, y mola mucho.

Os dejo que me enrollo. Quiero ir a la playa con la Van Van y se me hace tarde. ¡A la vuelta os cuento!

< Mi verano Van Van 1: Have a Nice Day
Mi verano Van Van 3: La hora del aperitivo >

Precio, fotos y ficha técnica Suzuki Van Van 125 >


FOTOS