Se trata de una preparación aparentemente sencilla y evidentemente muy especial, ya que sus autores han mezclado dos de los fenómenos estéticos con más tirón en la actualidad, por eso podemos ver semi-manillares en una moto con ruedas de tacos, creando un enriquecedor conflicto de intereses.

Viendo el resultado final está claro que se ha buscado la esencia, prescindiendo de todo aquello que sumase peso y recargase la estética para que todos lo elementos tengan el protagonismo deseado y la moto sea competente desde el punto de vista dinámico, algo que los neumáticos Continental TKC80 y sus gruesos tacos ponen en entredicho aunque sus creadores afirman que a pesar de su aspecto cuenta con el agarre necesario sobre asfalto. Montados sobre llantas negras y con el buje dorado metal flake a juego con otros detalles de la moto, el efecto de las ruedas sobre el conjunto es tan acertado como imprescindible.

La suspensión rebajada, unos buenos frenos Brembo de 320 mm delante con bomba también de la marca italiana y un motor potenciado gracias a un carburador Dell'Orto de 40 mm, filtros de aire K&N y un sistema de escape Akrapovic, representan esos desesos de que conducirla sea tan interesante como observarla.

El nuevo subchasis acoge el asiento artesanal de cuero y en parte trasera un discreto LED pone el punto de vanguardia al conjunto, igual que el faro delantero de LSL que proyecta una imagen actual, huyendo de los clásicos faros circulares.

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