Es la versión preparada específicamente preparada para competición y su aspecto cuando observamos los detalles tiene hasta un toque porno cuando hablamos de motos. Carbono, titanio, ligereza, potencia...son palabras que van asociadas a esta preciosa depredora de pianos que en su nueva versión se muestra radiante.

Presenta bastantes variaciones respecto a las Panigale 1299 y la versión S. Por eso es la tope de gama en estos momentos gracias a los elementos destinados a lograr una eficiencia máxima en circuito. Por ejemplo prescinde de la sofisticada suspensión electrónica de la S para poder ahorrar así peso y dar en la báscula 162 kg.

Por supuesto encontramos una equipación sobresaliente en el apartado de las suspensiones, totalmente regulables: horquilla Öhlins NIX30 con barras de 43 mm y amortiguador trasero TTX 36 de anclaje modificable. El basculante monobrazo de aluminio también tiene el punto de pivote que admite regulaciones para poder variar así la geometría. 

Y en la parte electrónica ofrece el sistema inercial IMU, ABS en curva y sistema GPS para toma de datos

En el motor de 205 CV encontramos piezas también sumamente especiales como el cigüeñal de equilibrado de tungsteno o los pistones de doble segmento procedentes de la Superleggera; estas especificaciones están obligadas para participar en WSBK.

Una batería de ion-litio y el uso abundante de fibra de carbono son otras de las exquisiteces de una moto que uno no se cansaría de mirarla si la tuviese de exposición en el salón, aunque en ningún sitio como en un circuito, ahí tiene que ser una máquina deslumbrante. Como lo es su sistema de escape firmado por Akrapovic y fabricado en titanio específicamente para la Panigale R.

Para el precio hay que consultar en el distribuidor pero está en unos 37. 000 €.