Es cierto que los calores veraniegos son un tormento para el motorista que siempre desea ir protegido. Como también lo es que los fabricantes tratan de hacernos la vida más cómoda con prendas ligeras y ventiladas sin que echemos en falta las protecciones necesarias. Es cuestión de buscar algo que nos guste y rascarnos algo el bolsillo. Pero no mucho porque esta ropa suele ser más económica que la invernal y más apropiada. Se trata de minimizar el grosor de los tejidos que deben respirar a través de múltiples microperforaciones que favorecen mucho la transpiración y retardan la aparición del sudor.

Dos prendas básicasequipamiento_verano_6

Las chaquetas son todas cortas, estilo cazadora, precisamente por lo que hemos hablado. Queremos ir protegidos, no asados. Las perforaciones en el tejido son algo imprescindible para que circule el aire por el interior y no tengamos que ir con nada abierto porque la chaqueta se inflaría. La seguridad se fía a protecciones en hombros y codos, además de espalda; la típica plancha de foam da mucho calor pero es recomendable.equipamiento_verano

En los guantes se busca el mismo objetivo: comodidad, frescor y protección. Son cortos y tienen que estar hechos de tejidos muy frescos y transpirables. El cuero es una buena opción porque es fresco y resiste mucho la abrasión. Y tenemos que exigir refuerzos duros en nudillos, por lo menos. Y otras zonas con especial protección por su exposición en caso de caída como puede ser la palma. Sacrificamos otros puntos débiles como el escafoides pero para una conducción relajada no es algo indispensable.

El secreto, los agujerosequipamiento_verano_8

La única manera de ventilar de verdad es confeccionar y fabricar con tejido en red o en malla. Unos lo denominan spandex, aircordura, airguard, coolmax...El caso es fabricar prendas con tejidos sintéticos muy transpirables y dotados de microperforaciones para permitir la circulación de aire que mitigue el sofocante calor veraniego. La piel apenas se utiliza, si acaso en los guantes y convenientemente adaptada al verano; con muchos agujeros y poco grosor. Estos tejidos son la única opción en verano y aunque la protección que ofrecen no es tan alta – sobre todo contra la abrasión- como en la ropa de invierno, merece la pena llevar estas prendas durante los tres meses más calurosos del año en lugar de ir en manga corta y completamente desprotegidos. Tu cuerpo te estará eternamente agradecido en caso de una caída, por leve que sea.

En verano no bajes la guardia

En verano es muy típico protegerse algo menos debido al calor y a las circunstancias que rodean las vacaciones en la playa. Nuestra indumentaria habitual de chanclas, pantalones cortos y en general poca ropa, es incompatible con el uso responsable de la moto. Se pueden hacer algunas concesiones pero teniendo muy claro que estamos yendo en contra de nuestra propia seguridad:

  • Casco integral: podemos –aunque no debemos- sustituirlo por un jet o semi-jet pero NUNCA por un vulgar y peligroso “quitamultas”.
  • Chaqueta: es recomendable llevarla siempre aunque nos asemos cada vez que paremos en un semáforo. Las específicas de verano son muy frescas y disponen de las imprescindibles protecciones rígidas o semi-rígidas. Así nunca, por mucho calor que haga
  • Guantes: también imprescindibles para conducir cómodos y protegidos. El cuero, el neopreno y la malla son los tejidos más utilizados.
  • Calzado: De acuerdo, las botas pueden resultar “criminales”. Terminantemente prohibidas las chanclas y cualquier cosa que no se adapte al pie perfectamente. Mejor que sea un calzado sin cordones para evitar que se líen en la palanca del cambio o del freno.
  • Enseres playeros; cuidado con llevar algo que no sea una simple mochila donde guardar adecuadamente nuestra cosas. Es típico ver a alguno con la toalla al cuello y la sombrilla de bandolera. Esto puede ser muy peligroso.