BMW R 12 S 2025

Cuando una moto nace como homenaje a un modelo clásico siempre tiene un plus de atractivo, siendo esta nueva BMW R 12 S uno de los mejores ejemplos de ello. La nueva apuesta de la marca germana llega para honrar a la mítica BMW R 90 S, una joya que supuso un hito para la marca de Múnich a mediados de los años 70.

La estética es una de las armas de la BMW R 12 S

Ahora, 51 años después del nacimiento de esa R 90 S – que con sus 67 CV de potencia era capaz de alcanzar unos nada despreciables 200 km/h de velocidad punta- la R 12 S recoge el testigo y lo hace con una buena dosis de encanto estético. Aunque está cargada de detalles que acaban de completar ese resultado tan visual, hay uno que destaca por encima de todos y que además la une directamente con su antecesora: el color Naranja Lava.

Este color tan particular se combina de manera sutil y elegante con algunas zonas en aluminio cepillado, ofreciendo un contraste cuanto menos interesante. El toque más deportivo lo aporta el pequeño carenado superior que envuelve al faro y que lleva acoplada una cúpula ahumada. Otros detalles como la S en rojo bajo el asiento, las costuras naranjas de este o el aluminio anodizado de escapes y llantas acaban de dar ese extra visual que hace que la BMW R 12 S sea una moto capaz de acaparar miradas.

La moto utilizada como base es la R 12 nineT

Para dar forma a esta R 12 S, los responsables de la firma alemana tomaron la base de la R 12 nineT, una de las motos de la familia “Heritage”. Técnicamente, esta R 12 S deriva de ella, utilizando la inmensa mayoría de componentes como el motor, el bastidor o el equipo de suspensiones y frenos, todos ellos testados ya sobradamente en los años en los que la nineT lleva en el mercado.

Como no podía ser de otra manera, el motor que emplea la R 12 S es un bóxer refrigerado por aceite y aire que mantiene intacta la esencia de la marca. Este motor entrega 80 CV de potencia, una cifra más que razonable para una moto de estas características diseñada para una conducción relajada. De la misma manera, la transmisión secundaria por cardán también lleva el sello de los modelos de la marca bávara.

En el apartado ciclo, esta moto homenaje confía en una horquilla invertida de Marzocchi de 45 milímetros de diámetro que se puede regular tanto en precarga como en compresión y extensión, permitiendo una gran adaptabilidad tanto al peso del usuario como a su estilo de conducción. Igualmente regulable en esos tres parámetros es el amortiguador trasero, que se ancla al basculante de manera directa y sin un sistema de bieletas que aporten una mayor progresividad.

La frenada corre a cargo de un doble equipo delantero de Brembo -discos de 310 mm de diámetro con pinzas de anclaje radial y cuatro pistones- y un disco de 265 mm trasero mordido por una pinza de un pistón.

El equipamiento hace que la R 12 S sea una moto mucho más completa

Un punto en el que destaca esta BMW R 12 S frente a la nineT es en el del equipamiento, ya que viene cargada de elementos que multiplican su valor en este aspecto. Los más visibles son las llantas de radios con acabado en aluminio brillante, las piezas fresadas de los paquetes Shadow, el manillar y la horquilla negros o la placa del airbox. Sin embargo, en su interior guarda más elementos, como los puños calefactables, el asistente de cambio Pro, el control de crucero o el asistente de arranque en pendiente entre otros. Esto sin duda la hace mucho más completa que su compañera de catálogo, no resumiéndose la diferencia a una cuestión estética.

Si ese equipamiento se queda corto para algún usuario, la BMW R 12 S puede ser equipada con algunos elementos opcionales, como el control de presión de los neumáticos, pantalla digital, sistema de conectividad o alarma antirrobo. De la misma manera, todos los accesorios originales de la nineT se pueden equipar en ella.