Puede que en Italia alguien se esté planteando buscar un castigo irracional para burlarse de las superbikes japonesas, y es que la afrenta recibida por la bellísima Ducati 1199 Panigale de parte de las autoridades de tráfico japonesas para poder estar a la venta en aquel país indignaría a cualquiera.

En Bolonia han tenido que tragarse el lápiz de diseño para poder ofrecer su última creación a los clientes japoneses de la marca -que son muchos y apasionados- porque el sonido procedente de su escape resulta demasiado elevado para cumplir las normas de homologación allí vigentes. Además, Ducati ha tenido que modificar la tapa del embrague para que sea más envolvente y modificar la gestión electrónica del motor para adaptarla a los nuevos y restrictivos escapes de carbono y acero, que personalmente me parecen sacados del catálogo de algún fabricante de accesorios de segunda categoría para una japonesa de los años 90.

La broma supone añadir 4 kilos extra a los 164 de la versión que podemos adquirir en Europa y, lo que no se ve pero es peor, reducir la potencia máxima de 190 a 135 caballos. ¿Podrá ahora la Honda CBR 1000RR con el orgullo del motociclismo italiano? Estos japoneses son muy suyos… En cualquier caso los distribuidores de Ducati en Japón deben estar haciendo ya grandes pedidos de escapes “cortos” a la industria auxiliar italiana, porque si yo fuera un ducatista japonés sería lo primero que pensaría en comprar nada más estrenar mi nueva Panigale.

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