Seis cilindros de esta guisa cautivan la atención de cualquiera y por eso nuestros colegas de
Visordown se han hecho eco de la noticia. Se trata de una
Honda Goldwing del año
2010 a la que se ha desprovisto de su carenado original para montar el de una
CBR1000RR Fireblade Réplica del año
2005. El responsable es Cedric Smith de
Everett Powersports y el resultado está realmente logrado porque ha conseguido un híbrido muy peculiar
100% Honda.
Eso sí, aunque lleve los adhesivos de
Repsol y muchos elementos de la Fireblade, no creo que sea muy deportiva por más que lo hayan intentado. Es tremendamente larga, no hay más que mirar el basculante, y seguro que pesada pero habría que probarla para hablar desde el conocimiento y eso no va a ser posible. Sin embargo está muy bien cumplir un sueño (una mala noche la tiene cualquiera) y eso ha hecho Mr. Smith.