Este prototipo muestra una moto eléctrica casi completamente preparada para circular legalmente por las carreteras, el siguiente plan en la estrategia de la marca que ganó el Campeonato Europeo TTXGP de 2010 y quedó segunda en el Mundial ese mismo año con Alessandro Branetti al manillar de la eCRP 1.2, la antecesora de la Energica. Los planes de la compañía pasan por comercializar esta moto en todo el mundo llevando por bandera la tecnología, el diseño y la calidad de los mejores componentes.

Las motos de baterías están cada vez más afinadas y muestra de ello es esta superbike eléctrica equipada con una batería de 11.7 kWh, una notable evolución con respecto a la de 7.4 kWh de la eCRP 1.4.

Los números son de auténtica deportiva, con una velocidad máxima de 220 km/h gracias a los 134 cv y 160 Nm de su motor, una bobina asíncrona CRP refrigerada por aceite, colocado lo más atrasado posible en el chasis trellis de tubos de acero para favorecer la tracción, seguro que algo de agradecer con un par constante tan elevado. La autonomía anunciada es de 150 kilómetros… parece que con baterías se llega cada vez más lejos.