Nuevo movimiento de parejas en lo que a fabricantes de motocicletas y suspensiones se refiere. A las uniones ya conocidas de Honda con Showa y KTM con White Power, se acaba de confirmar que Yamaha será el principal accionista y por tanto dueño, del grupo KYB.

Esta empresa cuenta con 11.370 empleados en todo el mundo, factura 2.500 millones de dólares de los cuales el 60% proviene de las ventas de amortiguadores para automoción y tiene una capacidad anual de producción de 75 millones de amortiguadores.

A esta unión se sumaría un movimiento de gran parte de la producción de KYB a territorio indio, con el objetivo de reducir costes de las suspensiones empleadas por Yamaha. También mejorará la velocidad y la eficiencia de la investigación y el desarrollo.

"Esta iniciativa tiene como objetivo fortalecer aún más la competitividad del producto, así como mejorar la rentabilidad mediante la combinación de las fortalezas de cada empresa", afirma Yamaha. "Se espera una reducción de costes de entorno a  720 millones de euros en 2015 y esta iniciativa no sólo aumentará la competitividad de los productos y reducirá los costes, sino que también contribuirá a la mejora de la innovación, la tecnología y la imagen de marca".

El fabricante japonés también ha afirmado que “participará por medio de una inversión estratégica en la nueva fábrica de suspensiones de KYB que se localizará junto a la nueva planta de motocicletas que Yamaha tene prevista construir en Chennai, India; con el fin de mejorar aún más la competitividad del producto en el mercado de la India mientras que toma el reto de lograr la fabricación más económica y competitiva del mundo ".

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