Un motor eléctrico se encarga de impulsar ésta futurista propuesta de movilidad unipersonal. La transmisión está integrada en un chasis diseñado para integrar tres ruedas, dos delanteras y una trasera. Nada novedoso pero sí diferente a lo que ya rueda por nuestras calles, aportando emisiones cero a la atmósfera.

El 3C R dispone de una superficie superior transparante que capota el vehículo estacionado y sin ocupante, con la capacidad de transformarse en una pantalla parabrisas cuando el vehículo está marcha. Ésta superficie derivabrisas es de diseño envolvente y provee una efectiva protección al piloto situado bajo en un habitáculo individual al que se accede mediante una puerta. Los paneles laterales refuerzan la seguridad del ocupante con su altura y protección lateral, y a la vez, lo resguardan de las inclemencias meteorológicas. Además, los diseñadores han preparado una funda flexible para proteger la parte superior del habitáculo. El hueco para alojar objetos está en la parte frontal, muy bien integrado en el uniforme diseño de su simple pero espectacular carrocería.