Como si fuese una crónica de una muerte anunciada, así hemos recibido el cierre de Derbi en nuestro país. Después de casi dos años de negociaciones, la planta del fabricante español que pertenece a Piaggio cerrará definitivamente sus puertas.
Desde 2011, el grupo italiano estudiaba esta medida si bien había prometido a los trabajadores e inversores que la producción continuaría con la construcción de un biplaza descapotable del grupo inversor Giba Holding.
Finalmente este acuerdo no llegó a buen puerto y la producción del automóvil ha ido a parar a una fábrica en Tarragona, con lo que el total de los trabajadores de Martorell, unos 150, serán despedidos.
Como ya confirmó Piaggio, la producción total de las motocicletas Derbi se traslada a Italia a la zona de Pontedera y Scorzé.
Finaliza así la andadura en territorio nacional de una de las marcas de motocicletas españolas más laureadas de todos los tiempos, no sólo conocida por sus modelos de calle que motorizaron al país, sino también por sus éxitos en competición con pilotos míticos a sus mandos como Crivillé, Ángel Nieto o Champi Herreros.