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Así es, una de las más celebres peculiaridades de las autopistas alemanas es que en buena parte de ellas no existe límite de velocidad y puedes circular al ritmo que consideres más adecuado… por ejemplo 300 km/h. Las infraestructuras están bien preparadas para ello; en el país siempre han presumido del estado de conservación de estas vías y la educación de los conductores locales, que respetan los carriles y circulan con un orden prusiano imposible de imaginar en este país nuestro lleno de maleducados que por supuesto lo demuestran en todo su esplendor cuando se ponen al volante.

Pero hay una corriente cada vez más crítica con esta “libertad” y que pretende cortar las alas a los amantes de la velocidad atendiendo a supuestas razones de seguridad y ecología. En cabeza de este grupo están Los Verdes, cada vez con más apoyo popular, y a los que los socialistas podrían tener que acudir en busca de apoyo para gobernar en lugar de la derecha de  Angela Merkel en caso de alcanzar un resultado propicio en las elecciones generales alemanas a celebrar este mismo año. Arañar votos a Los Verdes puede ser la razón de que los propios socialistas del SPD, con su líder Sigmar Gabriel a la cabeza, enarbolen ahora la bandera del fin a la velocidad libre. Sólo un 40% de la red de autobahnen alemanas tiene la velocidad limitada a 130 km/h mientras que en el resto no existe un límite genérico, si bien mediante carteles luminosos se imponen límites según las condiciones meteorológicas o la densidad del tráfico cuando los responsables lo consideran necesario.

Los socialistas pretenden rebajar el límite en todas a 120 km/h y aducen que las estadísticas demuestran que el índice de accidentes en autopistas con límite de velocidad es inferior al de las que tienen liberada la velocidad… La potente asociación alemana de automovilistas ADAC ya ha respondido que en las autobahnen en general sólo se producen el 11% de los accidentes mortales registrados en toda la red de carreteras, y que no manejan estudios sobre las diferencias entre los tramos limitados y los libres.

Ahora que el Nordschleife de Nürburgring está a un paso de echar el cierre, esta es la noticia que faltaba para que se acabase la diversión al manillar (o el volante) en Alemania; aunque al igual que esta propuesta puede sumar votos, también los puede hacer perder...