En 2003 durante el Salón de Detroit pudimos ver por primera vez este audaz engendro de cuatro ruedas que funciona de forma similar a una moto. Impacta su aspecto en el que el motor V10 cobra un protagonismo total. Y es que no se puede pasar por alto un bloque de diez cilindros procedente directamente de un Dodge Viper STR que es capaz de rendir 500 CV.

Es una auténtica exageración muy clásica de los estadounidenses que buscan a menudo el límite para marcar la diferencia e impactar al público. Y desde luego Dodge lo ha logrado con la imponente Tomahawk. Y aunque parecía inverosímil llegar a leer esta noticia porque parecía un planteamiento destinado tan sólo a fascinar en los salones del automóvil y la moto, nuestros colegas de In Sella afirman que según sus informaciones se va a fabricar en una serie muy limitada que va a costar 555.000 dólares que equivalen a unos 415.000 euros. Digamos que cada caballo costaría algo menos de 1.000 €, una cifra que supera lo elitista para situarse en el plano de los caprichos más sibaritas que una persona acaudalada pueda poner en el punto de mira.

Desde luego, las sensaciones capaz de proporcionar son únicas por el concepto híbrido que funsiona las cuatro ruedas con el comportamiento de los vehículos de dos. Tiene que ser toda una experiencia ir en ése pequeño asiento propulsado por semejante caballería.