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Como parece ser ya norma habitual por desgracia para ellos, los catalanes van a ser los primeros en disfrutar de esta nueva modalidad recaudatoria que realmente es la misma de cara al sancionado pero se gestiona de otra forma: la compañía Bilbomática ha conseguido dos contratos de los ayuntamientos de Mollet y Montgat. Esta empresa se ha encargado de montar el sistema de cámaras y también de su mantenimiento y por ello percibirá un 30% de las sanciones que se interpongan.

En el caso de Montgat, los radares se han situado en el Camí Ral, la antigua carretera N-II a su paso por esta localidad. El motivo es que en los últimos tres años se han producido 40 accidentes con el resultado de 45 heridos leves y uno grave, haciendo que antes de imponer los controles su índice de siniestralidad estuviese un punto por encima del resto de Cataluña.

En Mollet, los nuevos radares y los controles fotograficos en semáforos se han instalado en diferentes puntos; uno de ellos es la Ronda de Pinetons y es el que más recauda. Sin embargo, los vecinos reclaman uno en la Avenida Rívoli, donde murió atropellada una niña hace unos años.

Ambos consistorios están satisfechos con los resultados pero no es así en el caso de los ciudadanos sancionados que ya han puesto en conocimiento de los ayuntamientos su disconformidad con este mayor control. Y es que en Montgat ya se han superado las previsiones del año en los primeros nueve meses, durante los cuales ya se han ingresado los 190.000 € que se habían estimado para todo 2013.

Los vecinos de estas localidades están muy descontentos pero ambos ayuntamientos están satisfechos con la rentabilidad de estos radares

Y el Ayuntamiento de Mollet prefiere no facilitar cifras pero al igual que el de Montgat, está contento con el sistema y no se plantea reconsiderar este nuevo sistema porque además lo justifican argumentando que no ocasiona gastos al consistorio y son los infractores los que finalmente pagan su instalación y gestión.

Pero claro, la gestión privada suele significar más voracidad a la hora de recaudar y los vecinos de ambos municipios se quejan de la deficiente señalización de los mismos y los "estrictos" que resultan. Suponemos que se refieren al margen que suelen tener los radares y las cámaras a la hora de sancionar, y que probablemente estén ajustados al máximo en estas localidades.

Y no sería de extrañar que esto pudiera ser así si tenemos en cuenta el funcionamiento de las concesiones: el Ayuntamiento de Montgat, según el contrato de adjudicación, tiene que pagar a la empresa Bilbomática 996.000 € netos en cuatro años a cuenta de las comisiones. En el caso de Mollet, la cantidad que percibirá la empresa concesionaria es de 359.640 €, así que estos radares deben rendir a un buen nivel para llegar a estos números. Y además, la empresa Bilbomática tiene que ingresar una cantidad variable que corresponde al 34,5% del total recaudado por el importe de las infracciones. Ya hay muchas firmas recogidas en contra pero mucho me temo que esto se extenderá a otras partes de nuestra geografía nacional.

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