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Este vídeo es un buen ejemplo de cómo actuar ante una situación tan inesperada y estresante como la que vivió el piloto de esta Kawasaki en plena autopista. Gracias a la cámara que llevaba instalada en el casco podemos ver cómo en medio de un día bastante lluvioso la carretera pasa de estar generosamente mojada y ya de por sí da la impresión que bastante delicada a convertirse en un auténtico vadeo propio de una buena excursión de enduro.

Salvando que parece llevar un ritmo un poco alto para las condiciones de la vía -se ve que los coches circulan bastante más despacio- la reacción del motorista es todo un ejemplo: susto, bajísima adherencia (menos mal que las motos no son tan proclives al aquaplanning como los coches -si llevas las ruedas en buen estado, claro…-), la sensación de que el agua “frena” literalmente la moto y casi nula visibilidad, tanto para el motorista como para los demás conductores. Y en vez de perder los nervios y tirar de los frenos o intentar cambiar de carril precipitadamente, lo que hace es dejar de acelerar y mantener la trayectoria de la moto. En medio de la escasa visibilidad, se aprecia que un coche precedente llega a estar peligrosamente frenado y cerca de la moto.

Entendemos que la moto no lleva ABS, un elemento que en casos como este puede marcar la diferencia definitiva entre seguir sobre la moto o tirarse a la piscina…