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De vez en cuando aparecen “unicornios blancos”, ejemplares en excepcional estado que parecen traído a nuestros días en una máquina del tiempo desde su época original y este es uno de esos casos. ¿Cómo puede ser que una moto nacida para correr pase la vida perfectamente embalada y sin que nadie en todo este tiempo haya vencido la tentación de liberarla? Buena pregunta. Pero desconocemos la respuesta. Os hemos hablado de casos similares anteriormente, casos detrás de los que suele haber embargos, almacenes olvidados, etcétera y este puede que sea otro de ellos.colin-yamaha-rz500-p

Una Yamaha RZ/RD500 en este estado es un regreso a la época y las sensaciones de las indomables deportivas de 2 tiempos.
También está el caso de quienes han guardado una moto por el puro placer de coleccionar una “escultura sobre ruedas”, y para quienes resulta estimulante precisamente el hecho de conservar “la virginidad”, sin que una brizna de viento azote su carenado o una mota de carbonilla recorra su escape. No creemos que haya sido este el caso de nuestra Yamaha RZ500, una moto que jamás ha abandonado la caja original en la que partió rumbo a Australia desde la fábrica de Iwata (Japón) allá por 1985. Desde entonces ha dormido el sueño de los justos y ahora en 2014 su actual propietario -no sabemos si siempre ha sido el mismo, es una herencia o el cobro de una deuda...- ha decidido convertirla en billetes, a sabiendas de que se trata de una apreciada pieza para los coleccionistas.

Por los 35.000 dólares australianos (unos 22.000 euros al cambio) que piden por ella en esta web australiana de venta de motos puedes recibirla en casa en un par de semanas, por supuesto embalada en su caja original y lista para el uso que quieras darle: ¿La sacarías de su envoltorio para darle vida de una vez o quizá la dejarías que siguiera siendo un “unicornio banco” durante unos cuantos años más?... Yo haría esto último: es como tener un plazo fijo en el banco pero mucho más bonito, puedes hasta ponerlo en el salón de casa… y a la larga quizá sea más rentable.

Una rabiosa 500 2T de calle
La Yamaha RD-RZ500 se fabricó entre 1984 y 1986. Sus siglas eran la única diferencia entre la versión que se vendía en Europa y la que llegaba a Canadá y Australia (en EE.UU. nunca estuvo a la venta por la normativa anti-polución) y en ambos casos escondía un portentoso motor de dos tiempos con cuatro cilindros en V a 50º dotado de válvulas de escape YPVS y caja de cambios de extracción rápida, casi todo como las 500 de Gran Premio de la época dorada. Su potencia máxima es de 88 caballos a 9.500 rpm -pero de la cuadra del diablo- y su par máximo 65,4 a 8.500 rpm. yamaha-rd500-ofcial-pEl peso superaba ligeramente los 170 kilos en seco (unos 200 kg en orden de marcha) gracias a su liviano motor de agujeros, por lo que era “ligera” en los 80 y su dotación ciclística debía hacer que el motor pareciese un auténtico ciclón desatado: chasis “de alambre”, perimetral realizado con finos tubos rectangulares de acero, frenos de 267 mm con pinzas de dos pistones puestos, horquilla neumática con sistema anti-hundimiento regulable (todavía tiemblo al recordar el funcionamiento del “anti-dive” de mi vieja Kawasaki GPZ600R Ninja…) y neumáticos 120/80-16” delante y 130/80-18” detrás.

FOTOS YAMAHA RZ 500LC 0 KM: