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La acción transcurre en un circuito del sur de California llamado Chuckvalla Valley Raceway y la cámara de una de las motos persigue durante la tanda a un piloto que destaca, no sólo por su extraña indumentaria "peluda" sino por dos cosas más: lo rápido que va y la inclinación capaz de alcanzar. Tanta que en un momento dado no duda en forzar la posición para hacer un peligrosísimo “Head Down”, llegando a tocar con el casco en el suelo cuando llega al máximo grado de inclinación.
El "pique" entre las dos motos dura algunas vueltas más y continúan dando espectáculo pero afortunadamente ya no volvemos a ver al piloto de negro arrastrando la cabeza por el suelo.
Sólo os decimos una cosa: No lo intentéis por vuestra cuenta, esto sólo lo puede hacer un tarado enfundado en el mono de cheewaka
