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Los saltos de Cadwell Park desafían tanto a la lógica como a la cordura porque las motos allí tienen que estar preparadas para rendir con la efectividad de una trazado normal pero teniendo que cuenta que su salto obliga a hacer un trabajo poco habitual para una moto de competición: el salto de longitud.

Los pilotos británicos y los que extranjeros que compiten en el BSB han desarrollado una habilidad especial en este circuito, donde saber volar bien es necesario si se quiere obtener un buen tiempo por vuelta. Pero no debe de ser nada fácil con una moto de 200 CV controlar un salto de esta altura y longitud pero estos valientes lo hacen y muy bien. Y como muestra estas imágenes a cámara super lenta, la mejor manera de saborear la locura de Cadwell Park.