A los mandos de una Kawasaki ZX-10R tenemos al piloto Tim Rothing, especialista en el Nordschleife que se marca una espectacular vuelta por debajo de los ocho minutos para recorrer los 20,8 km, demostrando habilidad y un perfecto dominio del pendenciero "infierno verde". Acompañada de una cámara giroscópica, la vuelta gana todavía más en espectacularidad con el sonido de la Ninja ZX-10R ahuyando al máximo en cada frenada y cada aceleración.

Recordemos que durante el año, cuando no se celebran competiciones, el circuito se encuentra abierto al público en buena parte y recordemos también que es fuente de adrenalina y también de muerte; se estima que unas 12 personas pierden la vida al año en sus intrincadas zonas, repletas de difíciles curvas enlazadas, rápidas y lentas, a las que siguen zonas donde las motos pueden alcanzar velocidades máximas con el bosque como un precioso pero temible telón de fondo.

Si los tienes, son ocho minutos para ver, oír y callar porque la "Kawa" habla por sí misma...