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Seguro que debía estar muy enfadado por algo que le había hecho el coche al que gopea con su pierna. El problema es que lo hace tan precipitadamente que la jugada le sale completamente la revés, provocando su propio accidente al engancharse con el retrovisor.

La acción transcurre en Sao Paulo y fue grabada por una persona que ya había visto que iba a haber lío entre el Ford Fiesta y el motorista encolerizado. Parece ser que casi le tira al suelo por error y el motorista no tuvo suficiente con increparle, quiso ir más allá y acabó pagando las consecuencias de su afán de venganza. Probablemente orgullo le dolió más que los daños en su cuerpo y la moto, al menos en el momento de la caída. Por eso lo mejor es tomar nota y respirar diez segundos antes de hacer cosas como estas.