Nina debe ser una chica muy valiente porque participar en esta difícil categoría es un complicado reto pero tiene claro donde se mete: "Moto2 es la competición más dura del mundo, hay mucho nivel. Sería presuntuoso tener ambición de puntuar. Para mí la meta es ganar experiencia y volver a pilotar en Alemania”.

Lo hará con una moto del equipo Speed Up perteneciente a la escuadra QMMF de la Federación de Qatar. Como podéis ver en las fotos esto no es ninguna casualidad ya que ella ya corre con este equipo y una Suzuki en la categoría de Superbikes del certamen qatarí.
 
Como compañeros de equipo tendrá al último ganador de Moto2 en Assen, el australiano Anthony West y al español Román Ramos.

Ya conocimos a finales de los 90’ a otra compatriota que participó en el Mundial de Velocidad de forma habitual, Katja Poensgen y Nina supone la continuación, algo que supone una motivación aún mayor: “Estoy muy contenta con esta oportunidad", comentó Nina Prinz. "Siempre fue mi sueño y además en Alemania, en el magnífico escenario de Sachsenring, realmente es un sueño hecho realidad”.

El cambio de una Superbike a un prototipo de Moto2 es notable, como explicó la alemana,  que ya rodó con la Moriwaki del equipo qatarí en 2012 durante unos test. "Las motos son mucho más agiles y alcanzan velocidades en curva más altas”. Esperemos que tenga suerte la semana que viene frente a su público.