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El comienzo de carrera parecía presagiar que podría haber una sorpresa. Andrea Dovizioso salió como una exhalación con su potente Ducati, que estrenaba un motor evolucionado en Indianápolis, y Valentino Rossi logró colocarse después en cabeza mientras Márquez estaba detrás algo distanciado junto con Lorenzo. Este grupo de cuatro brindó las mejores vueltas en la primera parte de la carrera, con un luchador Rossi que defendió su posición de las embestidas del de Cervera.

Las Yamaha parecen haber dado un paso adelante y podía darse la sorpresa de ver un vencedor diferente del que ha monopolizado lo que llevamos de temporada, pero hacia la vuelta 10 una carambola colocó a Márquez en el liderato y ya no hubo forma de pararle: Lorenzo le adelantó en la rapidísima curva de izquierdas, donde ya lo había intentado antes, y en la misma escaramuza se igualaba a Rossi. En la pelea, cuando parecía que el de la Honda tendría las de perder, la lucha entre los pilotos de Yamaha brindó a Márquez  la oportunidad de tomar el liderato y desde ese momento comenzó una frenética cabalgada en la que ya no hubo oposición.

Y así hasta el final. Nuevo triunfo del invicto por delante de Lorenzo y Rossi en el podio. Cuarto finalmente Pedrosa, que superó a Dovizioso a mitad de carrera. El oficial de Ducati se desinfló por algún problema y finalmente fue séptimo, superado por un extraordinario Pol Espargaró y Bradley Smith. Cal Cratchlow fue octavo, Scott Redding noveno e Hiroshi Aoyama décimo.

Aleix Espargaró protagonizó un inicio excelente, luchando por las primeras posiciones hasta que un choque con Stefan Bradl dejó a ambos fuera de carrera. La misma suerte corrieron Álvaro Bautista y Yonny Hernández en la segunda curva de la carrera.