Como más o menos todos conocéis hace un par de años que Audi adquirió Ducati y eso significa que si Audi pertenece a Volkswagen Ducati también. Y empleando las sinergias de grupo, como se vienen a llamar estas cosas, al gigante del automóvil se le ha ocurrido hacer un interesante experimento: poner el motor de la Ducati 1199 Superleggera, a la postre el bicilíndrico de producción más potente del mundo, sobre cuatro ruedas, creando para la ocasión un modelo inédito basado en un bastidor de coche de carreras, con suspensiones tipo “push-rod”, extenso empleo de ligeros paneles reforzados con fibra de carbono tanto en la carrocería como en el chasis y una silueta aerodinámica súper eficiente para cumplir por un lado la misión de surcar el aire como una flecha y por otro sujetarse al pavimento como una lapa. Ahí entra otra marca del Grupo Volkswagen, Lamborghini, la encargada de suministrar el sistema de propulsión del alerón trasero desplegable empleado en el “Lambo” Aventador.
El Volkswagen XL Sport es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, nada espectacular frente a las cifras que anuncian los más potentes superdeportivos de la producción actual, con cifras en torno a los tres segundos, pero Volkswagen destaca que más que la cifra en sí misma es la forma en como este coche y su motor Ducati desmodrómico en L transmiten la potencia al suelo, con una consistencia extraordinaria y bramando hasta las 11.000 rpm. Y 270 km/h de velocidad punta para un coche tan ligero tampoco están nada mal... esperemos que la sustentaciòn aerodinámica haga bien su trabajo.
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