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Durante los últimos años hemos asistido a la marcha de bastantes deportistas de élite al extranjero. Siempre se excusaba este tipo de emigración, por el agobiante seguimiento mediático a la estrella de turno, pero muchas veces lo que realmente escondía eran unos suculentos beneficios fiscales.

Hace unas horas nos encontrábamos con la información publicada por el “Diari d'Andorra” en la cual el bicampeón Mundial de MotoGP pidió formalmente, la pasada semana, la residencia al departamento de inmigración del Principado de Andorra. Encontrándose a la espera de su concesión en los próximos días.

El Principado de Andorra cuenta con una excepción en su legislación que permite acoger a personas «de alto interés cultural, científico o deportivo», aunque éstas no tengan contrato de trabajo en el país ni hayan vivido nunca allí. Márquez podrá beneficiarse de un sistema fiscal laxo y para ello sólo deberá abonar 50.000 euros en concepto de entrada, que le permitan establecerse dentro sus fronteras.

Gracias al nuevo contrato firmado con HRC, el de Cervera pasa a cobrar unos 10 millones de euros por temporada. Tributando en el Principado solo pagará 30.000 € anuales hasta 2018. A partir de esa fecha debería corresponder al fisco andorrano con el 10% de sus emolumentos en concepto del nuevo IRPF. La diferencia con respecto a España es abismal, ya que si tributara aquí debería pagar un 49% con la nueva rebaja fiscal aprobada por el gobierno.

Algunos de los deportistas españoles que optaron por cambiar su residencia lejos de nuestras fronteras son: Alberto Contador que emigró a Lugano (Suiza) en 2013, Jorge Lorenzo que reside en la misma ciudad que el ciclista y que entre 2006 y 2007 ya fue residente andorrano y Dani Pedrosa que tiene fijada su residencia en Nyon (Suiza) desde hace unos años. Muy cerca de allí, residió durante varios años Fernando Alonso, aunque en 2011 regresó a España.

La única condición que deben demostrar todos los expatriados a la Hacienda Española, es que han vivido un mínimo de 183 días al año en su país de acogida.