Es una noticia realmente mala para la organización del Dakar ya que precisamente ésa era una de las partes más espectaculares del recorrido sudamericano.

La decisión se ha precipitado tras las fuertes lluvias que han dejado 23 muertos y pueblos sepultados en una región donde hasta la fecha rara vez llovía y menos con ésa intensidad. Por eso han tomado una resolución sabia y prudente, renunciando al Dakar para destinar todo el dinero que sea necesario a restablecerlas infraestructuras y ayudar a los daminificados.

Por tanto el trazado que ya estaba anunciado para 2016 tendrá que volver a plantearse, lo que sin duda va a suponer una complicación para la organización del Dakar de cara a la próxima edición. Y suplir las dunas gigantes de aquella parte del recorrido no va a ser una tarea sencilla ni rápida.