Cuando quitamos una mano del manillar, para lo que sea y por breve que nos parezca, estamos corriendo un gran riesgo tal y como nos muestran ésta imágenes, en las que por suerte no hay que lamentar más que un fuerte golpe, aparentemente sin consecuencias. Y una vez más se demuestra que el comportamiento de los coches es totalmente impredecible y debemos estar sumamente atentos para poder anticiparnos a las maniobras que puedan hacer.

La cuestión es si el piloto hubiese podido hacer algo en caso de no hacer el gesto para colocarse la visera del casco cuando el coche frena de golpe pero eso es muy complicado de saber.

Por eso hay que aprender de nuestra experiencia y por desgracia de la de otros como nuestro protagonista. Y os dejamos un decálogo de buenas costumbres para tratar de minimizar los riesgos cuando vamos en moto o scooter, por ciudad o por carretera:

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