Tras el agitado final de temporada en MotoGP todo está preparado para una nueva campaña que ya ha empezado en el Circuito Riocardo Tormo. Muchos pilotos estrenan equipo y moto, otros como Rabat acaban de llegar y en definitiva todos tenían muchas cosas que probar hoy en Cheste.
Llega la centralita única, las gomas francesas y las llantas de 17 pulgadas entre los detalles técnicos más llamativos de cara a 2016. Pero sin duda la expectación es máxima por ver cómo se comportan los nuevos neumáticos y cómo se adaptan tras tantos años usando y "entendiendo" los Bridgestone.
De momento parece que el delantero está causando problemas y ha sido el responsable de numerosa caídas porque los pilotos afirman que son muy diferentes a los usados hasta ahora. Sin embargo el delantero parece muy del agrado de los pilotos por el buen agarre y las sensaciones que transmte.
Otra de las buenas noticias ha sido el neumático medio que Bridgestone no tenía pero Michelín va a ofrecer a los pilotos que en más de una ocasión habían afirmado tener como opción.
El más rápido ha sido Marc Márquez que salió con ganas, como siempre, y toda la configuración de 2016, al igual que Lorenzo. El ilerdense se fue al suelo pero con todo, hizo el mejor crono, con la moto de 2015 y los Michelin, que es como salieron todos de inicio. Al final, todos iban con mucha cautela porque también habían caído Aleix Espargaró (dos veces), su hermano Pol, Crutchlow, Bautista, Maverick, Bradl, Rabat, Miller y Andrea Iannone.
Tito Rabat fue quien más rodo para no perder su buenas costumbres el día del estreno. Dio 84 vueltas y acabó la jornada muy satisfecho, intentando adaptarse a la posición de la nueva moto, a la potencia y todos los nuevos parámetros que rodean a una MotoGP. Quizás la nueva electrónca, más sencilla, le pueda ayudar en su velocidad de adaptación.
Al final, Márquez se quedó en 1:31.551. Iannone, segundo, marcó 1:31.639. Pedrosa fue tercero con 1:31.681. Cuarto fue Maverick con 1:31.720 y quinto, Lorenzo (1:31.767). Rossi, que fue el último en salir a pista, acabó 12º con 1:32.401.
El piloto italiano, todavía afectado por lo sucedido ha confesado al final de la jornada no sentirse nada ilusionado de cara a la nueva temporada en la que ve además muchas dificultades procedentes de las nuevas gomas y de una electrónica en la que se ha ido "hacia atrás", según sus propias palabras, ya que en los últimos años se había alcanzado un gran desarrollo y ahora "se ha perdido ésa precisión que se había logrado al ser una centralita más sencilla".
