Valentino volvió a demostrar las buenas manos que tiene con un volante entre ellas, imponiéndose ante miles de tifosi en el Rally de Monza por delante del belga Thierry Neuville, piloto del Mundial de Rallies con Hyunday, y su compatriota Antonio Cairoli a los mandos de un Citroen DS3 WRC.

En esta ocasión no sólo participaba Rossi, sino que su gran amigo Uccio y el piloto de Moto3 Romano Fenati también corrían en el histórico trazado de Monza. Uccio conseguía finalizar quinto, mientras que Fenati terminaba en la posición 69 en el que sólo era su debut en las competiciones de Rally.

Neuville se acostó líder tras la primera etapa del viernes, pero a partir del primer tramo del sábado Rossi tomó el liderato, que ya no abandonó hasta el final de la prueba. El belga, además de sus problemas de neumáticos, tiró alguno de los conos del recorrido, lo que le valió correspondientes penalizaciones. El italiano logró la victoria por 50 segundos reividicándose como uno de los más exitosos de esta competición que también logró en 2006, 2007 y 2012.

Con esta victoria frente a la afición italiana, totalmente entregada, Rossi cierra de forma dulce una espectacular temporada de MotoGP cuyo amargo final había dejado muy tocado anímicamente al nueve veces Campeón del Mundo, por eso hacía estas declaraciones.

"Este año ha sido especial, tras la carrera de Valencia no estaba muy contento de tener que venir aquí porque estaba un poco cansado pero día tras día he mejorado y acabar la temporada aquí en Monza es muy bueno. Es un evento realmente especial. Vengo aquí y puedo luchar con pilotos muy fuertes. Es muy divertido, siempre hay una pelea entre Uccio y Brivio para ver quién gana y luego se pasan toda la temporada hablando de ello".

"Sientes la emoción de la carrera pero no tienes presión, es una buena manera de competir. Cada año el evento se supera además con el buen tiempo ha venido mucha gente y es una gran sensación ver a muchos aficionados que vienen a despedir la temporada".

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