De riguroso negro, sin portamatrícula, ni asiento y estriberas de pasajero o espejos, así se presenta el modelo base de la YZF-R1 que se comercializa en Europa ya que la versión M no tiene sentido pues lo primero que harán los equipos con ella es montar un nuevo escape, suspensiones específicas y todo lo necesario para competir. Es la estrategia para facilitar a las escuadras su participación en superbikes. 

En una primera fase se ofrecerá a determinados distribuidores en Japón y los pedidos se admitirán hasta el próximo 21 de diciembre.Lo más interesante es su precio ya que se han anunciado menos de 2 millones de yenes que equivaldrían a unos 15.000 €. Suponemos que posteriormente se hará lo mismo para Europa y EE.UU.

La diferencia es muy interesante ya que para equipos privados cada euro es valioso a la hora de invertir y los 5.000 € menos respecto a la YZF-R1 dan la oportunidad de invertir en mejores componentes, evitando además la farragosa tarea de desmontar ellos mismo las piezas que no les sirvan para venderlas e intentar recuperar algo de dinero.