Tras haber ganado cinco veces el Dakar, tanto en África como en Sudamérica, es una de las personas con una visión más completa de la carrera. Este año su trabajo ha consistido en elaborar junto a Etienne Lavigne el duro recorrido de 2016 que además ha contado con el handicap de las bajas producidas primero por Chile y posteriormente por Perú, obligando a conformar un Dakar por Argentina y Bolivia.
La climatología en aquellas latitudes, fuertemente influenciada por el fenómeno meteorológico de El Niño, ha puesto las cosas muy difíciles a la organización que ya se ha visto obligada a cancelar la primera etapa entre Rosario y Villa Carlos Paz.
Por eso su labor es capital para los pilotos, sobre todo de motos, al entender mejor que nadie en la organización los peligros y necesidades de los pilotos a la hora de afrontar el raid más peligroso y duro que se puede afrontar en moto.