Los alcances son habituales cuando los vehÃculos que quieren dejar la Castellana deben cruzar el carril-bus, por donde transitan no sólo los autobuses y los taxis, sino también las motos y scooters que son realmente vulnerables en estas intersecciones.
El origen del problema es que los dos semáforos, el del carril central y el lateral, permiten el paso a la vez, y un autobús o un taxi es fácil de ver pero una moto es mucho menos visible. En el año 2014 se produjeron 85 accidentes en la arteria principal de Madrid, La Castellana, y la mayorÃa en estos cruces. Uno de los más sonados fue el que casi le cuesta la vida a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en sentido norte hacia la calle Profesor Waksman.
Precisamente, este es uno de los puntos más conflictivos, por eso en abril de 2015 un diseñador gráfico cuya oficina está en La Castellana en el cruce con Profesor Waksman, Rubén Galgo, recogió cerca de 8.000 firmas en Change.org para que el Ayuntamiento pusiera espejos grandes y que asà los coches pudieran ver si pasan motos o no. "Mi oficina da al cruce con la calle General Yagüe y desgraciadamente soy testigo de accidentes de tráfico, siempre con motos de por medio. Desde 2012 he visto más de 100 accidentes", afirmó Rubén.
Por eso todos los partidos que se presentaron en su dÃa a la AlcaldÃa de Madrid, excepto el PP, respondieron a la iniciativa durante la última campaña electoral. "Es una iniciativa estupenda. SerÃa muy bueno evaluar el número de accidentes que se han producido por no existir esos espejos. Somos muy partidarios de evaluar todo y de analizar", escribió la alcaldesa Manuela Carmena, cuyo Ayuntamiento planea ir ahora un paso más allá.
Lo negativo podrÃa ser que esta prohibición se generalizara a otros puntos de Madrid ya que, según fuentes municipales, de forma paralela y dentro del proceso de definición del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, se está analizando la regulación de accesos al conjunto de carriles bus reservados de la ciudad.
En la asociación Muévete por Madrid en Moto se lamentan de que no les hayan consultado pero aún asà ven con buenos ojos la iniciativa, ya que los cruces de la Castellana son «peligrosos» ya que «no hay señalización» y no se respeta a las motos y ciclomotores.
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