Anesdor, la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas, ha mantenido esta mañana un encuentro con los distintos medios de comunicación para exponer la evolución de las ventas de motos en 2016 y de las previsiones de cara a 2017. En dicha exposición, José María Riaño, Secretario General de Anesdor, ha anunciado una medida que está a punto de entrar en vigor: las motos tendrán su propio etiquetado medioambiental, similar al que en 2016 se presentó para clasificar a los coches.

Cuando se anunció la categorización de los vehículos conforme a su potencial contaminante, en abril de 2016, la propia DGT metió a las motos, los ciclomotores, los triciclos y a los cuadriciclos dentro del primer grupo, el de los vehículos cero emisiones. Así lo anunció oficialmente a través de las notas de prensa enviadas a la prensa e, incluso, como se puede leer actualmente en la página web de la DGT. Pero unos meses más tarde, en octubre, cuando comenzó la DGT a enviar las etiquetas a los propietarios de automóviles, se excluían a las motos de cualquier clasificación y tan solo se anunciaba que las motos se someterían a revisión.

En la práctica, la categorización sólo ha resultado necesaria durante los días en los que en la ciudad de Madrid se restringió el uso del transporte privado debido al protocolo de contaminación. Esos días, el Ayuntamiento de Madrid permitió la circulación de las motos, sin ningún tipo de limitación. Ahora bien, con el futuro etiquetado de las motos cabría la posibilidad de que las restricciones afecten a aquellos modelos que hayan sido categorizados de una manera o de otra.

Categorías medioambientales de las motos

Al igual que con los coches, en las motos se han establecido cuatro categorías: 0 Emisiones, ECO-L, C-L y B-L.

  • 0 Emisiones: Motos eléctricas.
  • ECO-L: Motos Euro4, con emisiones de CO2 menores o iguales a 75g/km
  • C-L: Resto de motos Euro4 (CO2 superior a 75g/km) y Euro3.
  • B-L: Motos Euro2

Con estas categorías medioambientales y teniendo en cuenta la antigüedad del parque de motos, serán muy pocas las que puedan entrar en las principales ciudades en el caso de que se tomen medidas restrictivas. Todo un contrasentido si tenemos en cuenta que la motoes un vehículo que puede ayudar a solucionar muchos problemas medioambientales y de cogestión del tráfico. Según datos de Anesdor, sustituyendo el 10% de vehículos de cuatro ruedas por motos se reducirían los atascos en un 40%. La moto, que representa el 9% de los recorridos en una ciudad como Madrid, sólo es causante de un 0,2% de las emisiones de NO2. 

Ahora toca esperar a la categorización definitiva y, sobre todo, a ver cómo afecta la misma a las regulaciones locales de cada municipio. En especial en las grandes ciudades, con Madrid y Barcelona a la cabeza, que han participado en los grupos de trabajo con la DGT.