Hace unas semanas vimos a Marc Márquez haciendo el cabra con su Honda RC213V de MotoGP en la estación de esquí de Kitzbuehel, en Austria, grabando una serie de vídeos que se convirtieron en virales a las pocas horas. Ahora, el campeón del mundo de MotoGP ha vuelto al mismo escenario para probar otra moto, aunque muy distinta, la Honda X-ADV. Se nota que para Honda es importante este modelo, de ahí que hayan usado a su piloto más mediático para ponerla a prueba en un lugar tan exclusivo. El nuevo modelo de la marca japonesa resulta más idóneo que la montura de carreras en la montaña gracias a sus suspensiones de largo recorrido, por lo que seguro que Márquez habrá podido sacar mayor partida que a su moto.

La Honda X-ADV también ha sido noticia esta semana al anunciarse su precio, 11.500 euros, algo inferior que el de algunos de sus rivales, como el Yamaha T-Max o el del BMW C 650 Sport. Ahora habrá que esperar a ver la aceptación en el mercado de un vehículo que se caracteriza, además de por su aspecto aventurero, por buscar la fusión total entre una moto y un scooter.

Tecnológicamente es una moto interesante, con un motor de dos cilindros y 745cc, con una potencia de 54 CV y dotado del sistema DCT de doble embrague. Bajo su asiento hay espacio para un caso de off-road, un aspecto en el que supera al Honda Integra. En cuanto a los acabados, hay que alabar el uso de la llave inteligente, el panel de instrumentos de LCD tipo roadbook y la pantalla parabrisas ajustable en cinco niveles.