La primera carrera del año estuvo pendiendo de un hilo cuando comenzó a llover minutos antes de darse la salida que se retrasó tras una vuelta de reconocimiento en la que los pilotos determinaron que correr no era viable en esas condiciones.

La espera fue tensa hasta que se decidió que salieran a dar otras dos vueltas de reconocimiento y se acordó que podía por fin disputarse. Obviamente, no iba a ser una carrera normal en seco pero por fin teníamos lo que llevábamos esperando varios meses.

Cuando el semáforo rojo se apagó, toda la tensión acumulada se liberó y los 23 pilotos salieron en busca de los primeros puntos de la temporada. Ya desde el inicio, Jorge Lorenzo tuvo un problema en la curva cuatro que le relegó a posiciones muy retrasadas, acabando con el sueño de tener un buen debut con Ducati.

Salvo él, todos los favoritos estaban delante y contaban con un invitado inesperado al ser su primera carrera en la categoría: Johann Zarco no solo estaba ahí sino que además cogió el mando de la prueba tras las primeras vueltas de tanteo de la pista. El francés pagó su osadía con una caída cuando era líder indiscutible e inesperado, dejando claro que ha venido a MotoGP a dar guerra.

Por detrás, Maverick, y unos envalentonados Rossi y Iannone, estaban poniendo la salsa picante a una carrera donde Dovizioso también estaba dejando claro que iba a jugar un importante papel con la Desmosedici imponiendo su velocidad punta en la recta.

Márquez había cambiado la elección del neumático en el último momento y esa iba a ser su condena porque no tuvo ninguna opción de estar con los de delante para pelear por la victoria.

Cuando Iannone se fue al suelo con la Suzuki, eso iba a quedar reservado para Viñales, “Dovi” y un extraordinario Valentino Rossi, el indiscutible señor de los domingos que sigue cerrando bocas un año más.

Maverick no se puso nervioso y tras algún adelantamiento con Dovizioso que luego le volvía a pasar sin remedio en la larga recta de Losail, planteo un escenario diferente, llegando a la recta con la suficiente distancia para que el de Ducati no le volviese a fundir por motor. Cuando consolidó el adelantamiento, la suerte estaba echada.

Viñales es el primer líder de MotoGP 2017, respondiendo a la perfección al papel de máximo favorito a la victoria que los tiempos le habían otorgado con merecimiento durante los tests de pretemporada. Honda no está lejos pero sus pilotos no brillaron en Losail.

Muy llamativo ha sido el resultado de Aleix Espargaró con la Aprilia que ha logrado llevar hasta la sexta plaza, por delante de Redding, Miller, Rins y Folger que han completado las diez primeras plazas.

Declaraciones Maverick Viñales: "Cuando llovía, me he puesto nervioso. Lo tenía controlado, entre comillas, para salir a carrera y hacer mi ritmo, pero al llover cambian las cosas. La pista no estaba al cien por cien, derrapaba muchísimo, sobre todo, el tren delantero. He hecho una buena salida, aunque casi tuve un toque con Zarco. Tuve que levantar y me pasaron Marc y Dovi, pero las primeras vueltas me lo  he tomado con calma. Intenté apretar lo justo para calentar las gomas y hacer un buen final de carrera. Ganar aquí es sacarse un peso de encima. Liderando todos los test, y llegando aquí con la mentalidad de ganar, con el primer libre, que me salió perfecto, con toda la presión del 'puedes ganar', al final, hacerlo no es fácil. Una vez lo he hecho me he sentido muy satisfecho, como en un sueño. Y motivado para Argentina".