Revival Of The Machine, la revista referente del pujante fenómeno de las preparaciones en España, ha vuelto a demostrar que es capaz de movilizar a lo más granado del panorama en la segunda edición de este singular festival donde el culto a la moto y su estética busca sus raíces más auténticas bajo un gran espíritu creativo.

En la actualidad hay muchos eventos de este tipo, tal vez demasiados ya, y cada uno cuenta con su propia personalidad. Bajo el lema "Vintage Bike Expo", es un lugar donde se celebra por un lado un concurso de constructores llegados desde cualquier rincón de Europa y a su alrededor se despliega todo un universo íntimamente ligado a la tendencia de las preparaciones con carácter vintage. Eso engloba diferentes estéticas como la cafe racer, la scrambler, la bobber, flat tracker...y de todo había una excelente representación.

Todo atrapa sin remedio tu mirada en un espacio que podría parecer no muy grande como es el ruedo de Las Ventas, pero donde estuvimos horas dando vueltas al ruedo

Por eso se encuentran cascos verdaderamente cautivadores que podría haberlos lllevado Steve McQueen, así como todo tipo de complementos a juego. Todo atrapa sin remedio tu mirada en un espacio que podría parecer no muy grande como es el ruedo de Las Ventas, pero donde estuvimos horas dando vueltas al ruedo, admirando y comentando, muchas veces con sus preparadores, las motos que competían en el certamen. Entre los españoles destacan nombres allí presentes como Ricky López de Old Custom Flames, Pepo de XTR Pepe ( ex Radical Ducati), Adolfo Calles de Rebellion of the Machines, los hermanos Valtorón o El Solitario. Estos y otros muchos evidencia el nivelazo allí presente. 

Además estuvieron de forma oficial las marcas más implicadas en este fenómeno desde que comenzó a coger impulso hace unos años: Ducati con su gama Scrambler que ha dado lugar a muchos proyectos impulsados por la propia marca o Yamaha a través de su programa Faster Sons que auspicia creaciones basadas en su XSR700 y XSR900. Pero no fueron las únicas ya que BMW Motorrad también tenía su espacio, Harley -Davidson llevó al suyo las novedades más recientes, igual que Indian, y Triumph tampoco podía faltar a un evento que se identifica totalmente con el espíritu vintage de buena par de su gama. 

No nos privamos de la comida y birra necesarias para disfrutar tanto de los conciertos como de la espectacular "Bola de la Muerte" que es una estructura metálica circular muy pequeña donde pudimos ver dando vueltas hasta tres motos, en una demostración de coordinación total que pone los pelos de punta. Y tenemos que mencionar a un puñado de artistas, algunos trabajando in situ, cuyas obras - algunas de hiperrealismo - en lienzo u otros soportes suponían la fusión entre moto y arte, algo muy entroncado como el espíritu que subyacía en el Oldies But Goldies 2017. ¡El año que viene volvemos!