Se esperaba un gran espectáculo en Australia en un campeonato muy apretado con dos pilotos peleando por el título de MotoGP. Y el guión se cumplió... pero a medias, pues aunque hemos visto en Phillip Island una de las mejores carreras del año, con un buen puñado de pilotos peleando por la victoria, en ese grupo no se encontraba Dovizioso, mal posicionado en la parrilla y cuyas aspiraciones de remontada volaban en el inicio de la prueba al salirse en la curva de recta de meta perdiendo así toda opción a aspirar por grandes logros. Una mala noticia para los que disfrutamos con la emoción del campeonato pero muy buena para los intereses de Márquez, quien por fin podría salir a pista a pensar en el título y tener una carrera "cómoda" sin excesiva presión.

Pero esto es MotoGP y aquí no existen los días apacibles. Para Márquez sólo fue placentera la primera curva, a la que llegaba primero tras realizar una buena salida, ya que después era adelantado por un inspirado Jack Miller, deseoso de dar una alegría a sus paisanos. El australiano abría un pequeño hueco aprovechando los continuos adelantamientos en el grupo perseguidor, compuesto por hasta siete pilotos: Márquez, Rossi, Viñales, Iannone, Crutchlow, Rins y Zarco, uno de los grandes protagonistas.

Y ya se sabe qué pasa cuando hay pilotos "de los de atrás" peleando por los pimeros puestos, que todos quieren aprovechar la oportunidad de subir al podio y lo dan todo porque no tienen nada que perder. La primera mitad de carrera ha sido una auténtica locura, con toques en cada curva, adelantamientos al milímetros, pasadas de frenada... En definitiva, como lo que se vive cada semana en Moto3 pero con las motos más potentes del campeonato.

Zarco al límite, Márquez de los nervios

johann zarco australia motogp 2017Perdí la cuenta de cuántos adelantamientos al límite ha realizado Zarco en Phillip Island. En el primero de ellos casi se lleva por medio a Márquez, quien a mitad de carrera parecía que tiraba la toalla y se conformaba con sumar una buena cantidad de puntos aunque fuera lejos del podio. Pero aflojar no era la mejor opción, los continuos cambios de posición de los de delante permitía que vinieran otros pilotos y el grupoo se hiciera más grande y más peligroso. Y, además, ¿hay alguien a estas alturas que piense que el de Honda se arruga en una situación como ésta?

Así, el vigente campeón del mundo pasaba al ataque a falta de ocho vueltas y primero se deshacía de Rossi en un adelantamiento muy justo y después hacía lo propio con Viñales, quien perdía la concentración durante unos instantes. Jugada maestra de Márquez, dejando claro que quien quisiera alcanzar la gloria en el que dicen que es el circuito más bonito del campeonato, tendría que jugársela con él. 

Márquez es muy bueno y tiene suerte

Esta estrategia ganadora ha sido clave de nuevo para que Márquez se encuentre a un paso de conseguir un nuevo título mundial. El español se ponía primero arriesgando mucho, sabedor de que quedarse ahí con pilotos agresivos como Iannone y Zarco no era buena idea. Otros hubieran elegido terminar quinto o sexto teniendo en cuenta que su principal rival peleaba por poco más que entrar en los puntos, pero Márquez quiere ganar y convertirse en leyenda a su manera.

La jugada le salía bien, pues Rossi, quien parecía tener mejor ritmo que nadie, se las veía con el francés del Tech 3 y con el italiano de Suzuki, dejando que el de HRC abriera un hueco suficiente como para cruzar la meta en solitario con un segundo y medio de ventaja, todo un mundo teniendo en cuenta la carrera vista hoy. Márquez ha tenido suerte hoy, sí, pero es la suerte de los campeones, de los que arriesgan y a los que sólo les vale ganar.

Rossi, infatigable como siempre, se tenía que conformar con la segunda plaza, mientras que Viñales pasaba tercero tras adelantar a Zarco sobre la misma línea de meta. El  francés se encontraba desolado al llegar al box, pues se quedaba sin premio especial después de haber incluso liderado la carrera. Aunque debe dar gracias igualmente de haber terminado en pie.

Pero para caras largas, las del box de Ducati, pues Dovizioso perdía la undécima plaza en el último instante al ser adelantado por Pedrosa y por Redding en el último instante. Y eso que decían que había órdenes de marca en Ducati. Lo peor para el italiano es que con su actuación en Australia es posible que sus posibilidades de ser campeón del Mundo de MotoGP se hayan desvanecido. Mucho tendrán que cambiar las cosas la semana que viene en Malasia.

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