Lo más significativo de este borrador es la idea de bajar las motos de las aceras para que aparquen en la calzada. Esto acaba con la situación actual en la que a grandes rasgos se permite aparcar a las motos en las aceras, siempre y cuando tengan más de tres metros de ancho, y no se entorpezca el paso de los peatones.
Pues la nueva ordenación que plantea el Ayuntamiento de Madrid es sustancialmente diferente, ya que prevé que las motos y scooters no puedan estacionar en la acera aunque mida 10 metros porque deberán hacerlo en la línea de aparcamiento de la calzada. Esto les hace mucho más vulnerables a los golpes de los automóviles y solo podrá contravenirse cuando no exista la línea de aparcamientos. En ese caso la moto podrá estacionarse en la acera, dejando al menos tres metros libres para los peatones. Y tampoco podrá estacionarse en zonas con prioridad peatonal.
Se mantiene la prohibición de usar mobiliario urbano para asegurar y hacer más efectivos los sistema antirrobo de las motos, sin embargo se plantea permitirlo a las bicicletas. Por cierto, estan tendrán otras facilidades como satarse los semáforos en rojo para girar a la derecha cuando esté permitido. También se permitirá la circulación en ambos sentidos en calles residenciales, con velocidad que no supere los 20 kilómetros por hora.
Otro cambio sosprendente y que en principio no parece tener mucha lógica en lo que a Seguridad Vial se refiere, es que lo peatones van a poder cruzar de cualquier forma -sin necesidad de hacerlo por un paso de cebra- en las zonas de tráfico con límite de velocidad de 30 km/h. Porque esta nueva ordenanza también planea que en las calles con un solo carril por sentido la velocidad máxima sea de 30 km/h, lo que afectaría a un gran número de calles.
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