Ya son dos duelos consecutivos los que ha perdido Marc con los pilotos oficiales de Ducati que han logrado contener su ímpetu a duras penas tanto en Brno como en Spielberg. Pero lo han hecho y a día de hoy son los únicos en poder plantar cara al insaciable campeón en título que lo volvió a intentar hasta el último aliento pero no pudo con el mejor Lorenzo de los últimos años; a estas alturas ya no sabemos quién está más arrepentido de que se vaya a Honda, sino Domenicali o él mismo porque no es fácil disponer de una moto completamente a su gusto con las ventajas de la Ducati GP18 y los pocos puntos débiles que tiene a día de hoy.

Es curioso ver lo mucho que ha evolucionado esta moto y lo mucho que ha involucionado la Yamaha YZR-M1. Parece ser completamente proporcional desde que Lorenzo fichó por Ducati y abandonó la marca japonesa. Y es muy aventurado decir que el balear es el responsable de ambas situaciones pero está cada vez más claro que Yamaha anda muy perdida y Ducati no para de mejorar en cualquier circuito y condición, y él podría tener influencia en esta metamorfosis que ha modificado el equilibrio de fuerzas en MotoGP.

Yamaha ha vuelto a hacer esfuerzos infructuosos para que Rossi y Viñales pudieran estar peleando con los de delante. Y si Rossi ha hecho de tripas corazón, con su habitual despliegue de los domingos, no ha podido pasar del puesto sexto a 14 segundos del ganador. Y Maverick anda todavía más desnortado, ni sombra de lo que fue cuando llegó a este equipo y todos lo veíamos como un antídoto a la tiranía de Márquez. Ni siquiera Zarco que terminó noveno, ha logrado volver a mostrarse como ese rookie respondón de antaño. Yamaha necesita una revolución urgente para volver al lugar que le corresponde, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de sus pilotos, ya no hablamos solo de palmarés.

Otro que no estaba nada contento al término de la carrera en Austria era Dovizioso que ha visto como su compañero le está respondiendo en pista a las tensiones que tan absurdamente se han generado a través de los medios de comunicación. Jorge Lorenzo fue capaz de echar al mismísimo Valentino Rosssi de Yamaha, ganándole la batalla deportiva y psicológica. ¿De verdad piensa ganarle la partida al compañero más duro que puedes encontrar al otro lado del box? El italiano no ha aceptado de buen grado el no poder ni siquiera disputarle la carrera a los dos españoles y no ha podido evitar decir en sus decaraciones: "Jorge Lorenzo tiene un estilo de pilotaje que frena mucho al que va detrás”. Tampoco se ha acercado a felicitarle, al menos delante de las cámaras, como si hizo Lorenzo cuando ganó Andrea en Brno. Hay respeto pero no hay buen rollo y esto viene de hace muchos años, especialmente de sus luchas en la mítica categoría de 250 cc. Y Lorenzo también le ganó habitualmente la partida.

Lo mejor de la carrera nos lo ofrecieron Márquez y Lorenzo que lucharon cada uno con sus armas hasta un final de verdadero infarto. Jorge volvió a pilotar con cabeza y mucha valentía, mientras Marc lo hizo como siempre, con una enfermiza obsesión por ganar que pone a todo el mundo de pie en las butacas cada domingo. Es el piloto franquicia de MotoGP. Rossi mueve masas, Márquez mueve emociones con su pilotaje al límite de lo racional. Los hachazos de sucedieron sin remedio, siempre con limpieza pero al límite por parte de ambos. Pero Lorenzo supo plantearse una vuelta final inteligente, con la aceleración de su Ducati como la mejor aliada para firmar su tercera victoria de la temporada. No, no estaba aquí para ganar dos carreras, ya son tres.

Moto2: Bagnania responde

La carrera de Moto2 fue una escenificación de lo que está sucediendo este año en la categoría intermedia, con dos pilotos muy fuertes que se jugaron la victoria hasta casi la última curva. Finalmente Bagnaia logró derrotar a un Oliveira que no aguantó el último ataque del piloto italiano que recupera así el liderato por tan solo tres puntos. Y tercero fue Luca Marini que ha experimentado una evolución enorme en las últimas carreras y ya solo piensa en ganar su primera carrera mundialista.

La cruz es para Álex Márquez que cayó en la última curva peleando por la tercera posición con el hermano de Rossi, emulando los duelos que han protagonizado en MotoGP sus hermanos mayores. En cambio, Jorge Navarro que salía en la tercera logró igual su mejor resultado con la quienta posición. Mir tampoco pudo brillar hoy y va camino de pasar por Moto2 sin pena ni gloria, algo un poco decepcionante para un piloto de su calidad que parecía destinado a ser protagonista en su año de debut.

Moto3: Bezzecchi gana, Martín héroe

La carrera de la categoría pequeña ha sido inusual al formarse un grupo muy pequeño tras los primeros giros con Bezzecchi, Martín, Arenas y Masia. Detrás quedaba la jauría y la incógnita era saber lo que aguantaría Martín operado hace solo unos días de su muñeca izquierda. Y el madrileño ha vuelto a dar una lección de madurez y capacidad de sufrimiento, peleando incluso por la victoria para entrar finalmente tercero. Lo que le deja segundo en la general, a solo 12 puntos del correoso líder de la categoría.

La KTM tiene mejores prestaciones que la Honda y eso permitió al líder Bezzecchi atacar desde la salida para conservar su plaza hasta el final. Pero alguien osó disputarle la victoria y fue Jorge Martín que le rebasó hasta en dos veces antes de claudicar a un par de vueltas del final. Jaume Masiá vivió su momento más amargo desde que debutase precisamente en Austria hace solo un año con una carrera soberbia. Se mantuvo en todo momento con los mejores pero la pareja del Leopard Racing, Bastianini y Dalla Porta, les cogió justo antes de iniciar el último giro tras haber machacado el récord de la pista. Y Masia que iba a segundo a dos curvas del final no pudo evitar que se le colasen tanto Bastianini como Martín. Acabó llorando pero acabará riendo porque su talento es descomunal y es uno de los más jóvenes de la categoría.

Clasificación MotoGP Austria 2018

Clasificación Moto2 Austria 2018

Clasificación Moto3 Austria 2018