Día de fiesta en Sepang, en el Gran Premio de Malasia de MotoGP. Márquez se imponía en la carrera de MotoGP por delante de Alex Rins, y Jorge Martín  y "Pecco" Bagnaia se coronaban como campeones del Mundo.

Moto3: Jorge Martín, nuevo número 1

Conseguir un campeonato no es nada sencillo, sea de la categoría que sea, o por muy superior que un piloto sea respecto de sus competidores. Que se lo digan a Jorge Martín, quien iniciaba el campeonato con la vitola de campeón, apareciendo en las quinielas como el claro favorito para lograr el título de Moto3. Al final ha conseguido su objetivo incluso con una carrera de margen, pero su maninifiesta superioridad no le ha permitido afrontar la recta final del certamen con mayor tranquilidad.

El madrileño ha demostrado ser el piloto más completo de la parrilla, el más rápido y consistente, pero en una categoría con tanta igualdad es fácil cometer errores y perder la ventaja acumulada en la tabla de puntos. Dar el salto a Moto2 con un título es muy importante, pero lo es más con la lección aprendida de que para ganarlo hay que saber sufrir y mantener la cabeza fría. En Sepang, Martín ha demostrado haber aprendido estas dos premisas y se ha impuesto en una carrera loca en la que su mayor oponente ha terminado quinto, lo que le ha valido para ser el nuevo campeón del Mundo de Moto3.

Moto2: Victoria de Marini, título para Bagnaia

Bagnaia lo tenía más fácil que Martín para coronarse como campeón y cumplía su objetivo cruzando la meta en tercer lugar por detrás de su gran rival esta temporada, el portugués Oliveira, quien ha luchado hasta el final. Ambos, eso sí, superados por Luca Marini, compañero de Bagnaia, quien cerraba un fin de semana redondo para el equipo de Valentino Rossi.

La carrera en sí no tuvo demasiada historia, Marini marchaba primero y Oliveira dudaba entre atacar al líder o quedarse peleando con Bagnaia buscando un error del italiano. Pero éste no estaba por la labor, tenía la situación controlada y ese duelo no le interesaba en absoluto. Al final, Oliveira no lograba ni una cosa ni otra. Bagnaia no se descentraba y cuando quiso ir a por Marini, éste aumentaba el ritmo y se convertía en un objetivo imposible.

MotoGP: el duelo que nunca existió

Gran carrera de Rossi y Márquez, que parecía que nos iba a permitir vivir un duelo entre ellos en las últimas vueltas, pero que se truncaba por la caída del italiano a falta de cuatro giros. Una pena, ya no sólo por quedarnos sin ver la pelea entre ambos, sino porque Rossi no merecía terminar por los suelos en Sepang después de su increíble actuación desde que se apagó el semáforo.

El de Yamaha se ponía en primera posición tras la puesta en verde del semáforo, manteniendo este puesto hasta que perdía el control de su rueda delantera cuando Márquez se encontraba a punto de darle caza. Un desenlace cruel para Rossi, quien también perdía sus opciones a terminar segundo en el Mundial, el objetivo que se había marcado una vez que veía que el título era para Márquez.

Éste, por su parte, lograba una trabajada victoria tras salir en puestos retrasados y tener que adelantar a Pedrosa, primero, y a Dovi, Iannone, Miller y Zarco, después. Reconocía el campeón "haber pilotado con el corazón, al límite, para terminar muerto del cansancio". Además, añadía que "para ganar hay que sobrepasar los límites, aunque a veces esto supone caerse, y que Rossi y él se merecían la victoria porque lo han dado todo". Márquez se ha quedado con las ganas de luchar contra Rossi, y terminaba diciendo que "las últimas vueltas hubieran sido divertidas de no haberse caído el transalpino".

Donde sí hubo confrontación fue detrás, entre los pilotos que subieron al podio. Rins, en una meritoria actuación en Sepang, se imponía a Zarco en la  última vuelta para alcanzar el segundo puesto, dejando con la miel en los labios al francés, a quien de todas formas le habrá sabido bien este cajón después de una segunda mitad de temporada bastante irregular.

Clasificaciones Gran Premio de Malasia MotoGP 2018