Una de las razones por las que muchos aficionados nos resistimos a sucumbir ante las ventajas de la movilidad eléctrica, es la ausencia de ciertas sensaciones exclusivas de los motores de combustión interna. Verdaderas sinfonías ejecutadas por las pistonadas de sus propulsores, acompañadas por el olor de sus mecánicas percibido como la mejor de las fragancias, son algunas de las sensaciones con las que difícilmente las motos eléctricas podrán seducir a muchos de nosotros. Al menos, hasta ahora.

Emula es una revolucionaria deportiva eléctrica, desarrollada por la compañía piamontesa 2electron que introduce un concepto totalmente innovador en el segmento. Además de ofrecer un espectacular par motor de 250 Nm disponible con un simple giro del acelerador, como este habitual en este tipo de motos, gracias la tecnología denominada McFly que incorpora, podremos gestionarlos y cambiar su comportamiento según el tipo de moto que seleccionemos desde la pantalla táctil de su instrumentación.

Así podremos elegir entre los 100 CV una Supersport de finales de los ‘90, pasando por un bicilíndrico de 800 cc de 2004 probablemente inspirado en alguna de las Monster de Ducati, hasta bregar con el salvaje comportamiento de un dos cilindros 2T de 1989, que hará rejuvenecer unas cuantas décadas a más de uno. Acompañado de un embrague y selector de cambio electrónicos, que emulan el funcionamiento de la moto en cuestión.

Pero lo mejor de todo es la Emula reproduce fielmente el sonido de la moto elegida, gracias a unos altavoces estratégicamente situados bajo el colín y el asiento de la moto, junto a un subwoofer ubicado en el falso depósito, regalándonos música para nuestros oídos y unas vibraciones semejantes al motor seleccionado. Una solución que convertirá la experiencia en una fusión entre el pilotaje de una moto real y un videojuego, y que nos permitirá olvidarnos del característico silbido de las motos con cero emisiones, más propio de una nave de Star Wars.

Solo falta que le añadan un ambientador con el dulzón aroma del humo azul de un 2T, para terminar de redondear el invento. Tiempo al tiempo…