Brixton ha anunciado a través de un evento online la llegada en los próximos meses de la Crossfire 500. Algo que ya nos adelantaron en la pasada edición del EICMA y que supone un paso adelante en la oferta de motos para el A2 del fabricante, hasta ahora cubierta con modelos de 250 cc. Con un motor 2 cilindros en paralelo de 486 cc, con refrigeración líquida, toma el bastón de mando del catálogo de la firma del grupo KSR, al menos hasta la llegada de la futura Brixton 1200.
Desdoblada en dos versiones Crossfire 500 y Crossfire X, esta última con un enfoque scrambler, ambas exhiben una cuidada imagen -marca de la casa- donde el uso de líneas rectas en su diseño y su estilo minimalista son los responsables de la original estampa retro que lucen ambos modelos. Una imagen en la que el depósito de combustible “X-Tank”, con una prominente X en sus formas, cobra todo el protagonismo y justifica la denominación Crossfire. Un concepto que compartirán el resto de modelos, con los que Brixton tiene previsto completar la saga.
Junto al chasis en tubo de acero nos topamos con elementos de calidad en la ciclística, con un equipo de suspensiones KYB y unos frenos firmados por la española J.Juan, con una pinza de anclaje radial en su tren anterior y ABS Bosch, mientras que una pareja de Pirelli se encargan de calzar las llantas de radios.
Las principales diferencias entre las dos versiones radican en el uso, en el caso de la Crossfire X, de un manillar más ancho, un asiento plano, unos neumáticos mixtos Pirelli MT60 y en la ubicación del porta matrículas bajo el asiento, frente al de la Crossfire 500 situado sobre la rueda trasera. Por lo demás comparten el resto de detalles, como su completo panel de instrumentación y la iluminación LED.
Ambas versiones se lanzarán a un precio de 5.999 euros para la Crossfire 500 y de 6.299 euros para la Crossfire 500X.
Además de la Crossfire 500/X Brixton ha anunciado la inminente llegada a su catálogo de los modelos 2020, que completarán la oferta en la categoría de 125 cc. La primera de todas será la Crossfire 125 XS, una scrambler urbana de reducidas dimensiones que rivalizará directamente con las “minimotos” de Honda, Monkey y MSX, y completará junto al modelo de medio litro y una futura 125 cc (con un motor refrigerado por agua) la saga Crossfire. Por otro lado, la Felsberg 125 recibe una versión XC con neumáticos de tacos, guardabarros altos y un aspecto de enduro de los ‘70. Completándose las novedades con la Rayburn 125, la facción más clásica entre los modelos del octavo de litro.
