Presentada en noviembre del pasado año la V2 (que toma el relevo a la desaparecida 959) se ha convertido en la única integrante de la saga Panigale -y de las deportivas junto con la SuperSport- que respeta la canónica configuración del bicilíndrico en L de Ducati. Tras el revolucionario salto a los cuatro cilindros que efectuaron en 2018, con la punta de lanza del catálogo de Borgo Panigale.
Una deportiva muy equilibrada (que nos dejó muy buen sabor de boca cuando nos pusimos a sus mandos), con un diseño inspirado en la radical Panigale V4 y unas racionales prestaciones al alcance “de los mortales”, complementadas con un precio más accesible. Por lo que se revela como una de las opciones más interesantes del actual panorama RR.
Un modelo que encara la segunda mitad del año recibiendo este nuevo esquema White Rosso que acompaña al único disponible hasta ahora en el clásico rojo Ducati. Una decoración que resalta la pureza de líneas de esta “aprendiz” de superbike, aderezada con notas en rojo pasión -que ensalzan su carácter deportivo- en las tomas de aire, los deflectores de aire del carenado y en la pareja de llantas. Una nueva indumentaria que se completa con el logotipo Panigale V2, plasmado a gran tamaño en ambos lados del carenado, siguiendo el estilo de las Ducati Corse.
Una combinación de colores que coincide -salvando las distancias- con la utilizada por las Ducati Desmosedici GP del Pramac Racing en MotoGP, motivo por el que quizás la firma ha elegido a Francesco "Pecco" Bagnaia, para exprimir los 155 CV del Superquadro de esta blanca Panigale V2 a través de los 4,4 Km del trazado del Circuito Mundial de Misano "Marco Simoncelli". Un contacto tras el que el Bagnaia se mostró extremadamente satisfecho con el comportamiento en pista de esta pequeña Panigale.
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