Con un amplio catálogo de modelos que cubre la casi totalidad de segmentos, lo que quizás muchos no saben es que Suzuki -que celebra este 2020 el centenario de su fundación- nació inicialmente como una compañía dedicada a la fabricación de telares. Fundada en 1909 por Michio Suzuki como Suzuki Loom Works y posteriormente reorganizada en 1920 como Suzuki Loom Manufacturing Co., nadie se imaginaba en aquel momento que con los años llegaría a convertirse en uno de los principales fabricantes a nivel mundial de motos, coches y motores fueraborda.

Hubo que esperar, sin embargo, hasta 1952 para que Suzuki se iniciase en su actual actividad, con el lanzamiento del Power Free 36cc. Un motor auxiliar de 2 tiempos para bicicletas, que un año más tarde evolucionó hacia el exitoso Diamond Free 60 cc (de mayor capacidad) y que representa el germen de la Suzuki Motor Co., Ltd. que ha llegado hasta nuestros días.

Su primera moto y su primer Mundial

A mediados de los ‘50 Suzuki fabrica su primera motocicleta, Colleda 90 cc -propulsada por un motor de 4 tiempos- el mismo año del debut en el mercado del primer vehículo de 4 ruedas de los de Hammamatsu. Un modelo que evolucionaría en múltiples versiones en cilindradas de 125 y 250 cc, convirtiéndose en el producto estrella en la oferta de Suzuki a principios de los ‘60.

La década de los ‘60 marca un hito en la historia de la firma, que consigue su primer Campeonato del Mundo de Velocidad en la categoría de 50 cc, con la RM 62 que Suzuki desarrolló gracias a Ernst Degner; tras revelar a los japoneses todos los secretos de las imbatibles MZ de dos tiempos al desertar a la Europa occidental 1 año antes. Unos éxitos en competición que se extendieron durante toda la década, en la que cosecharon un total de 8 títulos Mundiales (6 en 50 cc y 2 en 125 cc), antes de lanzarse a dominar la categoría reina de 500 cc en la segunda mitad de los ‘70 y principios de los ‘80 (con títulos de Sheene, Luchinnelli, Uncini). Algo que solo fueron capaces de repetir Kevin Schwantz (1993) y Kenny Roberts Jr (2000). 

Un dominio en competición, apoyándose en mecánicas 2T, que se reflejó en algunos modelos que Suzuki lanzó al mercado como la tricilíndrica Suzuki GT750 y GT380 que robaron el corazón a los carbonillas de la época.

El nacimiento de las GSX

La década de los ‘80 está marcada por el nacimiento de una de las estirpes que ha llegado hasta nuestros días. Las GSX, con motores 4 tiempos y en cilindradas de 250, 400 y 750 cc -esta última, rival directa de la Honda CB750, con un cuatro cilindros refrigerado por aire- a las que se incorporaría en 1981 la espectacular GSX 1100S Katana, la versión más deportiva de todas, y de la que la firma ha lanzado recientemente un conseguido remake.

Una saga con cierto carácter deportivo que durante la primera mitad de los ‘80 convivió con las “dos tiemperas” RG, hasta la llegada en 1985 de la radical GSX-R750. La primera de las Gixxer que posteriormente dio lugar a la versión de 600 y la evolucionadísima superbike de calle GSX-R1000R. Una familia que lleva implícito todo el carácter racing del que siempre ha hecho gala una firma que, en estos sus primeros 100 años de vida, ha sido capaz de destacar en casi todos los ámbitos del sector de dos ruedas. Tanto en el segmento de los scooters, con los Burgman dominando la oferta de motos urbanas; como en el competido grupo de las motos disponibles para el A2 -con modelos naked, trail y sport en el catálogo- hasta las polivalentes motos de uso dual, con la V-Strom 1050 XT como buque insignia entre su oferta más aventurera a día de hoy.

Cien años que han conseguido que consideremos a Suzuki como una de esas marcas “de toda la vida”.