Con motivo del regreso del Campeonato del Mundo de Superbike al trazado luso de Estoril, donde se desarrollará la última prueba de la temporada 2020, Yamaha Motor Europe ha querido homenajear al desaparecido piloto italiano de SBK Fabrizio Pirovano y a la última victoria obtenida en su carrera deportiva -en 1993- con esta réplica de la Yamaha YZF 750 SP, sobre una actual YZF-R1 2020.

Una moto que dará una vuelta de honor al Circuito de Estoril con el histórico Alessandro Gramigni -ex Campeón del Mundo de 125 cc y amigo íntimo del malogrado Pirovano- a sus mandos, antes de ser subastada online con fines benéficos, en favor de la Fondazione Oncologia Niguarda Onlus (una organización dedicada a la investigación contra la enfermedad que acabó con la vida del piloto de Biassono, el cáncer).

Una moto muy especial que homenajea la carrera deportiva de uno de los pilotos que el paddock de WorldSBK recuerda con más cariño, que consiguió terminar subcampeón en el primer año de vida de las series sobre una FZ750, y que peleó hasta 1995 con las estrellas más destacadas del Campeonato (Fred Merkel, Raymond Roche, Doug Polen, Scott Russell, Carl Fogarty…) antes de pasarse a la categoría de Supersport, donde terminó su carrera como piloto profesional.

Y qué mejor manera para rendirle tributo que vestir a la actual Yamaha YZF-R1 con los mismos colores -blanco y rosa- de la YZF 750 SP con la que el “Rey de Monza” subió a lo más alto del cajón en la primera carrera de Estoril de 1993, tras una intensa batalla frente a las Kawas de Bontempi y Slight. Una réplica con todo el aroma de los años dorados del campeonato de las motos de serie, aderezada con los 200 CV y toda la tecnología que exhibe la más evolucionada SBK de la oferta actual de Iwata.